La chicharra
Alergias
Es ahora es estos meses de primavera
cuando las alergias afloran. Hay diferentes tipos de alergias; hoy sólo me
ocuparé de dos: “La de los árboles y la del poder”. La primera nos la provocan ciertos
árboles, como por ejemplo los chopos. Estos
arbustos deberían estar prohibidos
dentro del casco urbano de los pueblos y de las ciudades. Pero sin medir las
consecuencias que su plantación conlleva, cada vez hay más chopos en jardines y
parqués de todas las localidades. Un árbol
que no sólo contamina la atmósfera con sus famosos “pelujos”, sino que además
ensucia la población con gran riesgo de que se produzcan incendios con la molesta pelusilla. Hay gran
variedad de árboles para sustituirlos. Las plantaciones de chopos únicamente se
tendrían que hacer en el campo para
producir madera. ¿Serán capaces algún día de entenderlo nuestros dirigentes?, me
temo que será como pedir peras al olmo.
La otra alergia es la que últimamente
nos provocan todas aquellas personas que tienen cierto grado de poder. Me
refiero a algunos políticos, otros banqueros, y ciertos jueces. Y lo malo de
estos sapinos es que son de hoja perenne. Durante todo el año van soltando continuamente alérgeno que contamina
seriamente nuestra salud económica. Dejándola cada vez más debilitada. No así
la suya. Son como un escorpión que anida en la axila de una sociedad cada vez
más asqueada de semejantes gramíneas. Pero siempre nos quedará el rescate.
Pero lo que más me preocupa es que aún
sigue habiendo personas que aunque este
polen le moleste, son capaces de aguantar el estornudo, únicamente por
cuestiones de color político.
Somos más de dos los que pensamos así.
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