OPINIÓN: “¿Y si la juventud tuviese voz en las políticas de juventud?”. Julia Rodríguez, Secretaria de Organización e Igualdad de JSE de Benavente

Benavente se vacía. Esta realidad, que vivo como estudiante y trabajadora benaventana, no es solo un diagnóstico; es la crónica de una generación que pierde la esperanza. Cada joven que se marcha por falta de oportunidades o, peor aún, por falta de ilusión, es un pedazo de futuro que el Ayuntamiento permite que se nos escape. Y lo hace gestionando la participación juvenil como un mero escaparate, de espaldas a quienes más tienen que decir.

No niego la existencia de la Concejalía de Juventud o de un Punto Joven. Son recursos. Pero mi experiencia me demuestra que estas estructuras, bajo el actual Gobierno Municipal, se han convertido en instrumentos de monólogo institucional. Están diseñados para contentar con actividades puntuales sin otorgar el verdadero poder democrático: el poder de decisión sobre nuestras propias vidas.

La juventud de Benavente no necesita que se le organicen eventos; necesita que se le confíe la gestión de su propia agenda. Necesitamos pasar de ser objetos pasivos de las políticas de juventud a ser los sujetos que las diseñan y deciden. Queremos ser el motor real de la ciudad, no solo la decoración en el fondo de las fotos institucionales.

La democracia no termina en las urnas; se ejerce en el día a día, dando herramientas a la sociedad civil para que construya. Por ello, y recogiendo una necesidad clara de mi organización y de la juventud benaventana, lanzo una exigencia irrenunciable al Equipo de Gobierno: la creación inmediata y efectiva del Consejo de la Juventud de Benavente.

Un Consejo de la Juventud no es un capricho; es una necesidad democrática. Es un órgano autónomo, formado por las asociaciones juveniles de nuestra ciudad, que debe servir para canalizar, organizar y decidir sobre las políticas que nos afectan, desde el ocio y la cultura hasta el fomento del asociacionismo. Es la herramienta que democratiza la toma de decisiones, garantizando que los recursos públicos se invierten donde realmente se necesitan, y no donde le conviene a la agenda política de turno.

El silencio del Ayuntamiento ante esta demanda de participación real solo demuestra que temen a una juventud organizada, crítica y con capacidad de propuesta. Temen perder el control de un área que, hoy por hoy, manejan de espaldas a los principales interesados.

Desde mi posición y mi profunda convicción socialista, seguiré trabajando y presionando. No permitiré que se utilice a la juventud como un elemento ornamental. Exijo un espacio de diálogo real, transparente y democrático para Benavente. El futuro de nuestra ciudad está en nuestras manos, y si no nos dan voz, la tomaremos.

Salud y república.

Julia Rodríguez Fernández: estudiante, benaventana y Secretaria de Organización e Igualdad de Juventudes Socialistas de Benavente