La "jodía" Banda de la Cuesta comparte su pasión por la música en un emotivo concierto de despedida en el Reina Sofía

La Banda de la Cuesta maniente viva el alma de los grupos míticos que marcaron una época en la ciudad. Su música bebe directamente de la improvisación y la esencia del blues y el rock and roll, herederos del espíritu de formaciones como Grupo Tren, Chantaje, Recyclados, Copacabana, Alternativa Nocturna, Blanca Doble o Marketing, surgidas en un tiempo en el que el talento de la juventud benaventana se abría camino sobre los escenarios.

El concierto ofreció un recorrido por su repertorio más querido, con versiones de pop y rock español e internacional que han marcado a varias generaciones. No faltaron temas como El pistolero, Hello Josephine, Escuela de calor, Oye cómo va, Hazañas bélicas de los Stukas o Estreméceme, además de La Cuesta, una canción muy especial que narra la propia historia de la banda.

La noche dejó también momentos únicos gracias a varias colaboraciones. La benaventana Juani Patón subió al escenario para interpretar varios temas junto al grupo, y otra sorpresa fue  la participación de Gael, un joven de Santa Cristina de la Polvorosa, a quien la banda animó públicamente a que, cuando forme su propio grupo, cuente con ellos para compartir escenario.

La Banda de la Cuesta está integrada por Ángel Martínez (exmiembro de Recyclados), Jesús Cadenas (exmiembro de Marketing) y Tomás Fernández (exmiembro de Grupo Tren) a la guitarra y voz; Víctor González (exmiembro de Grupo Tren) al bajo eléctrico; y Gonzalo de la Huerga (exmiembro de Grupo Tren) a la batería y voz.

El concierto tuvo además un marcado carácter solidario, ya que la banda colaboró con la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), recibiendo el respaldo y el aplauso de un público especialmente sensibilizado con la causa. La cita fue organizada por el Centro de Estudios Benaventanos Ledo del Pozo, con la colaboración del Ayuntamiento de Benavente y la Diputación de Zamora.

Una despedida a la altura de una banda que deja una profunda huella en la memoria colectiva de Benavente y que fue arropada con largos aplausos, emoción y mucha solidaridad en una noche para el recuerdo.