La Asociación Arcoiris de La Torre del Valle presenta su Belén artesano, fruto de meses de trabajo y mucha ilusión

Nina García, la responsable del grupo explica que comenzaron “haciendo pequeñas cositas, aprendiendo a modelar”, y que, poco a poco, esa inquietud artesanal derivó en un proyecto más ambicioso: elaborar su propio Belén. Aunque reconocen que “no está terminado del todo”, el objetivo es ampliarlo y completarlo en los próximos años para convertirlo en una representación aún más rica y extensa.

El proceso comenzó el año pasado con la restauración de las figuras tradicionales. En esta nueva edición, el equipo ha añadido escenas y elementos que evocan los oficios de antaño, esos trabajos que forman parte de la memoria colectiva y que, como señalan, “se van perdiendo”. Su intención es que el Belén se convierta también en un homenaje a esas labores tradicionales que marcaron la vida en los pueblos.

Uno de los rasgos más característicos de su montaje es el uso de materiales reciclados. “Nos gusta añadir detalles siempre en tono rústico y, sobre todo, reciclando”, afirma Nina. Cartón, papel, porexpán y todo tipo de elementos reutilizados se convierten en montañas, casas, herramientas o utensilios. Durante el año, cada integrante va guardando lo que puede, y llegado el momento, todo encuentra una segunda vida en la maqueta.

El trabajo ha sido intenso. Aunque habitualmente se reúnen un día a la semana durante tres horas, para poder avanzar en el Belén doblaron el esfuerzo, quedando dos días por semana, unas seis horas en total. “Es mucho trabajo, hay muchos detalles y muchas cosas para hacer”, señalan. En total, llevan alrededor de dos meses dedicados exclusivamente a esta creación, además de otros proyectos artesanales que tuvieron que finalizar antes de centrarse en el nacimiento.

El grupo está formado por una decena de mujeres y dos hombres, aunque la participación aumenta en verano, fines de semana o épocas vacacionales. “Por desgracia no podemos estar todas todo el año, pero la gente que viene aunque sea cuatro días se anima y participa”, explican. Lo que sí tienen claro es que han formado “una piña muy maja”, donde el buen ambiente, el compañerismo y las ganas de continuar son la base que impulsa cada nuevo proyecto.

La Asociación Arcoiris muestra así no solo un Belén lleno de encanto y minuciosidad, sino también el valor del trabajo en equipo y la capacidad creativa de un grupo que sigue creciendo con ilusión y ganas de mejorar año tras año.