Latidos navideños en El Piñero

Resulta encomiable que personas como Lorena, presidenta de la asociación cultural El Hondajo, se sigan empeñando en demostrar que nuestros pequeños pueblos no se encuentran ni vacíos ni vaciados, como algunos aseguran; laten cada día, manteniendo vivas esas tradiciones que representan el legado de nuestros mayores.

 

Un pequeño pueblo como El Piñero, con poco más de 200 habitantes, ha trasladado a sus vecinos y visitantes lo que se puede hacer con un poco de imaginación y un esfuerzo importante por mantener la esencia de lo que significa la Navidad, para todos los que nos hemos acercado a visitar sus calles en las que se respiraba ese ambiente navideño, que en los próximos días va a presidir la mayoría de los hogares.

Algunos vecinos se afanaban en dejar a punto la decoración que estaban haciendo en las fachadas de sus casas, para que todos pudiéramos disfrutar comprobando lo que en un pequeño pueblo con ganas e ilusión pueden llegar a hacer sus vecinos, para que la Navidad pueda vivirse y disfrutarse de una forma diferente.

 

Una buena parte de las casas del pueblo mostraban en el exterior una decoración digna de alabanza entre los vecinos y quienes nos hemos acercado para comprobar el esfuerzo y el trabajo realizado. Pero no solamente las fachadas mostraban el buen hacer de las gentes de este pueblo; también en el interior de algunas viviendas, algunos belenes resaltaban el interés con el que se toman la Navidad una buena parte de los vecinos y, también en puntos estratégicos de las calles, unos Reyes Magos, un Belén, nos trasladaban a ese momento que se vivió hace dos milenios y que ya forma parte de nuestra historia y de nuestras tradiciones.

 

Además, en la plaza central del pueblo, se ha realizado un mercado navideño en el que se podían encontrar todo tipo de productos vinculados con estas fechas y también característicos de esta tierra.

 

Setas, quesos, zumos naturales, fruta, vinos, manualidades, frutos secos, flores, caracoles, aceite, pastelería, bollería y todo tipo de productos característicos de estas fiestas; era posible degustarlos y adquirirlos en ese ambiente familiar tan característico durante la Navidad.

 

Las calles del Piñero y, especialmente, la zona en la que se encontraba el mercado medieval, estaban muy concurridas por vecinos de la zona que deseaban disfrutar de ese ambiente que han sabido crear en este pequeño pueblo de la comarca de la tierra del vino zamorana.

Para que nuestros pueblos sigan manteniendo ese latido que los permite mantenerse vivos, no debemos esperar grandes propuestas y proyectos de quienes cuentan con la responsabilidad de mantener vivas nuestras costumbres y tradiciones; únicamente es necesario un poco de imaginación y el trabajo conjunto de quienes se niegan a que se siga asegurando que nos encontramos en un territorio vacío y vaciado, porque, como han demostrado en el Piñero, el pueblo no se encuentra vacío, late con ese pulso vital que mantienen sus vecinos, ni tampoco está vaciado, como pudieron comprobar aquellos que visitaron sus calles para comprobar el trabajo que se había realizado.

 

Todavía se puede demostrar que juntos podemos hacer grandes cosas y animamos a todos aquellos que deseen revisar que es posible visiten esta población y trasladen a sus lugares de procedencia, esos pequeños pueblos de las comarcas zamoranas, lo que unos pocos unidos podemos llegar a ser capaces de hacer.

 

Almeida