Tienes activado un bloqueador de publicidad

Intentamos presentarte publicidad respectuosa con el lector, que además ayuda a mantener este medio de comunicación y ofrecerte información de calidad.

Por eso te pedimos que nos apoyes y desactives el bloqueador de anuncios. Gracias.

Continuar...

AECC

Aniversario AECC Benavente: Tres décadas que cambiaron el rostro del cáncer: de la quimioterapia a la medicina personalizada, accesible para todos

Redacción Domingo, 07 de Diciembre de 2025 Tiempo de lectura:

Bajo el título *«1995-2025: el largo viaje de la quimioterapia a la oncología de precisión»*, el Teatro Reina Sofía de Benavente acogió el pasado viernes una conversación profundamente reveladora entre dos generaciones de oncólogos, organizada con motivo del 30 aniversario de la sede local de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). La charla, moderada por Esther Martín, contó con la experiencia del Dr. César A. Rodríguez Sánchez, oncólogo del Hospital Universitario de Salamanca y presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), y la joven perspectiva de la Dra. María Garijo Martínez, recién incorporada al Complejo Asistencial de Zamora

 

El acto comenzó con un guiño de la moderadora al paralelismo temporal: hace 30 años, el Dr. Rodríguez iniciaba su residencia; este mismo año, la Dra. Garijo la concluía. Una simetría que sirvió de preámbulo para un diálogo sobre una transformación médica sin precedentes.

 

Los inicios: una especialidad en pañales y la fuerza de un mentor

El Dr. Rodríguez recordó los albores de la oncología en los años 90. «Era una especialidad que en muchos hospitales ni existía. Cuando aprobé el MIR y dije en casa que había escogido oncología, mi madre preguntó: '¿Y eso qué es?'». Su elección, confesó, fue en gran parte fruto de la casualidad y de la inspiración de un mentor, el profesor Juan Jesús Cruz Hernández. «Me hizo reflexionar: ¿quería una especialidad ya establecida o formar parte de un proyecto donde todo estaba por hacer? El cáncer tenía mal pronóstico, los tratamientos eran cuatro cosas… ese ‘todo por hacer’ fue un aliciente».

 

[Img #229732]

 

Para la Dra. Garijo, formada en Salamanca, el camino estaba «un poco más desbrozado», pero la semilla también la plantaron sus profesores, entre ellos el propio Dr. Cruz y el Dr. César Rodríguez. «Me gustó la continuidad del trato con el paciente, desde el principio hasta el final, sea cual sea. La oncología te permite eso, además de toda la investigación que la rodea».

 

 

La palabra tabú: de “una larga enfermedad” a la normalización

Uno de los cambios más palpables, coincidieron ambos, ha sido en el lenguaje y la percepción social. «La palabra ‘cáncer’ era casi una condena. Ni siquiera se decía; se usaban eufemismos como ‘una larga enfermedad’», señaló la moderadora. El Dr. Rodríguez vivió esa época: «Muchos compañeros no la mencionaban. Hablaban de ‘bultos’ o ‘manchas en el pulmón’». Hoy, aunque sigue generando miedo e incertidumbre, se emplea con mucha más naturalidad. «Estamos consiguiendo que se normalice a nivel social», afirmó, celebrando la reciente propuesta en el Congreso para eliminar la acepción de ‘cáncer’ como ‘lacra’ o ‘mal’ del Diccionario de la RAE, y para erradicar términos bélicos como ‘lucha’ o ‘batalla’ que pueden culpabilizar al paciente.

 

El árbol del conocimiento: de 4 fármacos a cientos de dianas

Aquí radica el núcleo de la revolución. «La oncología ha evolucionado como un árbol», explicó el Dr. Rodríguez. «Los que empezaron tenían un tronco: cuatro fármacos que servían para casi todo, con poco éxito. Hoy tenemos un árbol con innumerables ramas. El conocimiento es inabarcable». La Dra. Garijo lo corroboró desde su experiencia como residente: «Envidio el conocimiento profundo de la quimioterapia que tienen los veteranos. Nosotros llegamos a una avalancha de información: inmunoterapia, terapias dirigidas con pastillas, anticuerpos…».

 

[Img #229733]

 

 

El gran salto conceptual ha sido entender que «el cáncer no es una enfermedad, sino más de 200, y dentro de cada una, hay subtipos», enfatizó Rodríguez. Ahora se trata a pacientes con mutaciones específicas que afectan a un pequeño porcentaje, pero con fármacos extraordinariamente eficaces para ellos. «Cada paciente es único. Uno puede tener 83 años y cardiopatía, y otro 45 y sano. Aunque tengan la misma mutación, el tratamiento puede diferir».

 

 

El modelo en red: Zamora, Salamanca y la UE

Uno de los temas más esperanzadores fue la disipación del «complejo» de las provincias pequeñas. La Dra. Garijo, que ejerce en Zamora, fue contundente: «Aunque pensemos ‘aquí no tenemos de nada’, estamos conectados. Un paciente de Zamora puede recibir los últimos tratamientos». La clave es el modelo en red que Castilla y León ha desarrollado.

 

El Dr. Rodríguez lo detalló: para técnicas complejas y caras, como la secuenciación genómica masiva, no es necesario un equipo en cada hospital. En Castilla y León hay cuatro nodos (Burgos, León, Salamanca, Valladolid). «Si María manda un tumor a Salamanca, se secuencia. Todos los miércoles se conecta al comité molecular con especialistas de Salamanca y discute el caso como si estuviera allí. A veces lo que viaja es el tumor, no el paciente». Este modelo ha sido elegido por la Unión Europea como piloto para los futuros Centros Integrales de Cáncer en 2030.

 

Además, la solidaridad entre profesionales salva las carencias de personal. «Oncólogos de hospitales con más recursos se desplazan a diario a provincias como Zamora o Soria. Y los que se forman aquí, se quedan», destacó Rodríguez, señalando la importancia de ofrecer estabilidad laboral con contratos de tres años, algo muy valorado por las nuevas generaciones.

 

 

[Img #229735]

Acceso a ensayos y el papel clave de la AECC

 

¿Puede un paciente de un pueblo de Zamora acceder a un ensayo clínico de vanguardia en Madrid? La respuesta es un sí rotundo. «Existen plataformas digitales y aplicaciones que permiten conocer en tiempo real todos los ensayos abiertos en el país», explicó Garijo. «Depende más de la iniciativa del oncólogo que de la ubicación». Además, estos programas suelen incluir ayudas económicas para desplazamiento y alojamiento.

 

Ahí es donde entra en juego un apoyo fundamental: la Asociación Española Contra el Cáncer. «Siempre recomiendo a mis pacientes que recurran a sus pisos de acogida o ayudas», dijo Garijo. «Para alguien que debe recibir radioterapia diaria y vive lejos, es una diferencia abismal».

 

 

Conclusión: un viaje colectivo

 

La tertulia cerró con un mensaje de optimismo realista. El viaje de estos 30 años ha sido «largo, colectivo y multidisciplinar». No solo han cambiado los fármacos, sino la forma de entender la enfermedad, de comunicarla y de organizarse para que la excelencia llegue a todos, independientemente de su código postal.

 

Como resumió el Dr. Rodríguez: «Antes el éxito era tener un fármaco. Hoy el éxito es tener un sistema. Y en eso, la colaboración, las redes y el compromiso humano son tan importantes como la ciencia». Un testimonio poderoso que dejó al público de Benavente una visión clara: el futuro de la oncología ya está aquí, y es más preciso, más humano y más accesible que nunca.

Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.97

Todavía no hay comentarios

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.