Trabajada y sufrida victoria del CD Santa Croya ante el Ciudad de Zamora

El Tera llegaba a la jornada con problemas defensivos: a las bajas de Blandi y Chuso se sumaban las molestias físicas que arrastra Iker, que le impiden rendir al cien por cien. Por su parte, el Ciudad de Zamora se presentaba ante la afición del Tera como un equipo con vocación ofensiva y un centro del campo muy seguro, capaz de poner buenos balones a sus jugadores de ataque, tal y como demostró la tarde del sábado.

Desde los primeros minutos, el equipo de la capital quiso más el balón y presionó en todas las líneas para recuperarlo. En los primeros diez minutos tuvo varias llegadas de peligro al área de Mario, que no lograron materializar. El Santa Croya, por su lado, buscó constantemente los balones largos para que Rubén controlara y lanzara el ataque hacia Berodas o Manu.

En una de estas jugadas, en el minuto 4, Juanma y Quiroga combinaron muy bien en el centro. El balón llegó a la banda derecha, donde Berodas vio el desmarque de Rubén, que recibió para encarar a Arteaga y batirlo con un tiro colocado al ángulo izquierdo, imparable.

Tras el gol, el Ciudad de Zamora se vino arriba y comenzó a acosar la portería de Mario, que tuvo de todos los colores: centros desde ambas bandas que los delanteros no acertaban a rematar o que encontraban las manos y pies salvadores del guardameta, MVP del encuentro, al que se le contabilizaron hasta cuatro intervenciones providenciales que desesperaron a jugadores y cuerpo técnico del Ciudad de Zamora.

En el Sta. Croya, solo Rubén parecía capaz, con su velocidad y desmarques, de generar peligro. De él surgieron dos ocasiones claras que no acertó a convertir. Y como dice el dicho, si tienes oportunidades y no aciertas, lo acabas pagando. Así fue: en el minuto 40, Tosco robó un balón en el centro del campo, abrió a Manu en el lateral izquierdo y este centró al área para que Guiller empujara el balón al fondo de la red. Era el 2-0.

Aún quedaban cinco minutos para que el Ciudad de Zamora volviera a meterse en el partido. Diez minutos más tarde, un balón colgado sobre el área de Mario llegó a un jugador visitante, que lo dejó para Miguel Pérez, quien solo tuvo que meter el pie para batir a Mario. Era un premio merecido por las ocasiones y el juego mostrado por los zamoranos en esta primera mitad.

Se esperaba una segunda parte muy competida y emocionante, con acciones de peligro por ambas partes, pero no fue así. Ambos equipos mostraron respeto y cierto miedo a lanzarse al ataque. Bien replegados, impidieron que los delanteros hilvanaran jugadas claras de gol. Las faltas tácticas fueron constantes para evitar sorpresas.

Los minutos pasaban y las fuerzas ya no eran las mismas. El Sta. Croya se sentía cómodo controlando el resultado y el Ciudad de Zamora no lograba desbordar ni elaborar combinaciones precisas que generaran superioridad numérica. En los últimos instantes, Rubén volvió a buscar el desmarque y el uno contra uno, pero las dos ocasiones que tuvo no pudieron materializarse.

El pitido final del colegiado Antonio de la Iglesia, que firmó un arbitraje impecable, puso punto final a un encuentro en el que el líder no pudo desplegar su habitual fútbol de desborde y velocidad, debido a un Ciudad de Zamora muy bien plantado y con recursos técnicos suficientes para contenerlo.

El equipo del Tera continuará una jornada más con su sueño intacto antes de visitar un campo muy complicado como es El Teso de Palacios, donde el Atlético de Sanabria buscará derrotar al líder y ganar crédito para estar entre los grandes de la liga.

Las cámaras de Interbenavente estarán allí para contártelo.