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Iglesia

Abelardo Febrero, el párroco de 93 años que clama por la torre de Vega de Villalobos: “No nos olvidéis”

Redacción Martes, 18 de Noviembre de 2025 Tiempo de lectura:

La voz más veterana de Vega de Villalobos vuelve a hacerse escuchar. A sus 93 años recién cumplidos, el párroco Abelardo Febrero —que atiende pastoralmente cinco municipios de Tierra de Campos, y del que en dos es sacerdote titular— reivindica con fuerza la rehabilitación de la espadaña de la iglesia de San Román, un símbolo del pueblo cuya restauración ha sido incluida recientemente en el Convenio de bienes inmuebles 2026-2027 entre la Diputación de Zamora y el Obispado

 

No nos olvidéis”, repite el sacerdote, que agradece los “pasos muy bonitos” que, asegura, se están dando para sacar adelante el proyecto, pero pide que no se demoren. “Habéis dado la confianza de que habéis hecho el convenio y ha salido a la luz del día; ahora que no quede en el olvido. Que se haga lo más pronto posible”.

 

Un cumpleaños con invitación al pueblo

Las reivindicaciones de Abelardo llegan en una semana especial para él: acaba de cumplir años y celebrará el próximo sábado, tras la misa del patrón San Román, un aperitivo para todos los vecinos en el recién recuperado bar del pueblo, gestionado por dos jóvenes emprendedores.


Entre risas, advierte: “Y que nadie piense que la invitación se saca de los fondos, ¡eh!”.

 

 

Una iniciativa vecinal ejemplar

 

La campaña Salvemos Nuestra Torre —impulsada por la plataforma SNT— comenzó en diciembre de 2024 y ha alcanzado ya cerca de 28.000 euros, una cifra que el párroco considera “extraordinaria” para un pueblo con menos de cien habitantes. “Hay un grupo que ha dado un paso hacia adelante y está haciendo un esfuerzo inolvidable”, reconoce.

 

Abelardo, que forma parte de la plataforma, explica su aportación con humildad: “Lo que he hecho es, desde el silencio, hablar con los que están allá arriba y hacer lo posible para agilizar, dar pasos”.

 

También pide a los vecinos que mantengan el esfuerzo: “No os enfriéis”.

 

 

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El reto de encontrar una empresa para la obra

 

El sacerdote muestra su confianza en que la restauración llegue a buen puerto, aunque advierte de un paso clave: encontrar una empresa que asuma el proyecto.


“Ahora, a primeros de enero, creo que van a intentar ofrecerlo para que vengan a revisar la situación de la torre, si aceptan o no el presupuesto o hay que subirlo”, explica.


Aun así, no pierde el optimismo: “Hay esperanza y confianza. Y si llega el día en que se haga la torre, a la tarde vamos a celebrar una fiesta que para qué”.

 

 

68 años de vida pastoral

 

Ordenado en 1957 —“canté misa”, recuerda— y formado en Valderas, León y Zamora, Abelardo Febrero acumula 68 años de servicio pastoral. Tras sus comienzos en Sayago, llegó a Vega en 1962, donde asegura que “revolucionó un poquito el ambiente social” durante una década. Después pasó por Aspariegos y San Cristóbal hasta su jubilación en 2013.


Pero continua activo: atiende Vega de Villalobos, Villalobos y colabora en Villalpando, Villamayor y Villanueva. Con su coche se desplaza cada semana por toda la comarca.

 

También recuerda proyectos anteriores, como la reparación de las campanas de la espadaña. “Hace años uno me dijo si se podía arreglar la torre. Le respondí: ‘dame el dinero y te la arreglo mañana’. Pero habló mucho y dio poco”, ríe.

 

 

“Es más fácil cargar una torre que la voluntad de las personas”

 

El sacerdote subraya que la implicación del vecindario en un momento social y económico complicado es “ejemplar”.


“El pueblo está arrimando el hombro al máximo. Es más fácil llevar la torre que la voluntad de las personas. Lo material se arrastra. La voluntad cuesta trabajo, tiene que salir del desprendimiento total”.

 

Por eso insiste en la importancia de la corresponsabilidad: “Es el pueblo el que tiene que sostener la parroquia; y cuando no llega, que aporte el Obispado, como un padre a un hijo en necesidad”.


Y añade, mirando a las instituciones: “Que haya 27.000 euros está muy bien, pero tienen que ayudar muchísimo. No nos olvidéis”.

 

 

Una herencia que no debe caer

 

A su juicio, Vega está cumpliendo con creces: “Estamos siendo un ejemplo, mucho. Lo han dicho en muchas comunidades”. Y apela también al valor histórico y emocional de la torre:


“Los antiguos, con más dificultad, hicieron la torre. ¿Nosotros no vamos a ser capaces de conservarla? Por favor, no la dejemos caer. Esta iglesia es nuestra, la hemos heredado y la tenemos que conservar”.

 

 

Una ayuda inesperada: la Primitiva

 

Con la ironía que le caracteriza, termina con una promesa:


“Yo juego a la Primitiva desde hace 40 años con los mismos números y no me toca. Pero si un día cae algo… no habría problema: sería para arreglar la torre de Vega o el tejado de Villalobos”.

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