Los Quintos del 75 desbloquean el "nivel 50" y lo celebran por todo lo alto

La promoción de quintos y quintas de 1975 de Benavente demostró el pasado sábado, 20 de septiembre, que sabe celebrar a lo grande. Cumplir 50 años es un hito que merecía una jornada épica, y así fue. Más de un centenar de compañeros se reunieron para revivir su juventud con un programa minuciosamente planeado que mezcló la elegancia, la nostalgia y la fiesta sin pausa.

La jornada comenzó de forma relajada con una quedada opcional en el Bar Capuchino, un aperitivo donde ya se advertía en el cartel que cada uno pagaba su consumición, para ir calentando motores.

La comitiva se trasladó al Parador de Benavente para la recepción oficial. Allí, un "pica pan" de bienvenida sirvió para romper el hielo entre abrazos y caras de emoción. Acto seguido, llegó el momento de la comida, donde las anécdotas fluyeron tan libremente como el vino. Fue en este momento cuando se entregaron las pulseras y tickets que daban acceso a la siguiente fase de la celebración: la gran fiesta.

Como manda la tradición, no podía faltar la foto de grupo oficial, aunque, como rezaba el programa con humor, "No incluye Photoshop", aceptando por supuesto las canas y las arrugas ganadas con orgullo a lo largo de cinco décadas.

Después la fiesta se trasladó a la discoteca AZ, un lugar emblemático de los tiempos jóvenes de estos quintos del 75. Los encargados de poner la banda sonora a la tarde fueron DJ Michi, que abrió la sesión, y DJ Yoin Crusto, que tomó el relevo tras un descanso en el que se sirvió otro "pica pan" y más sorpresas para recargar energías.

La fiesta de cincuentones se alargó hasta altas horas de la madrugada, donde, como no podía ser de otra manera, "los más valientes" fueron los últimos en abandonar la pista a altas horas de la noche.