Cómo hacer un mantenimiento de la caldera

 

El cuidado del hogar es fundamental para garantizar la seguridad de toda la familia y el buen mantenimiento del inmueble. Uno de los aspectos clave es comprobar que la caldera esté en buen estado para evitar su sobrecalentamiento, las fugas o las emisiones de monóxido de carbono. Además de asegurarnos de que funciona adecuadamente, también vamos a reducir el consumo energético, lo que supone un gran ahorro.

 

En este contexto, los expertos del RACC subrayan la importancia de realizar revisiones periódicas y seguir una serie de recomendaciones sencillas, pero muy efectivas, para mantener la caldera en óptimas condiciones. Además, septiembre se presenta como un momento ideal para llevar a cabo estas tareas, ya que vamos a asegurarnos de que la instalación funcione correctamente durante todo el invierno.

 

5 consejos clave para el cuidado y mantenimiento de tu caldera

 

En múltiples ocasiones, los problemas más frecuentes de las calderas pasan desapercibidos hasta que se convierten en algo serio. Entre los fallos frecuentes están la pérdida de presión, escuchar ruidos extraños, o la falta de calefacción y agua caliente. Aunque también pueden aparecer pequeñas fugas o la acumulación de suciedad en los componentes, que afectan a su rendimiento.

 

En España, los incidentes relacionados con las calderas de gas en los hogares son una preocupación constante. Según los estudios realizados, se estima que cada año se producen decenas de casos de intoxicación por monóxido de carbono debido a que estos aparatos están defectuosos o en mal estado. Además, aunque son menos frecuentes, también se han registrado explosiones ocasionadas por fugas de gas.

 

Por dicho motivo, identificar estos problemas a tiempo es clave para prevenir averías más graves y costosas. A continuación, te ofrecemos 5 consejos para el cuidado y mantenimiento de tu caldera:

 

• Revisar la presión del agua. Mantener la presión dentro del rango que recomienda el fabricante es crucial para que la caldera funcione correctamente. Tanto si la presión es más baja o alta de lo normal, supone un problema para el aparato.
• Limpiar filtros y sus componentes. La acumulación de suciedad en los filtros y en las partes internas de la caldera no solo reduce su eficiencia, sino que también puede provocar averías. 
• Comprobar los radiadores y las válvulas. Es conveniente purgar regularmente los radiadores, puesto que la presencia de burbujas de aire afectará a la eficiencia de los radiadores.
• Comprobar las salidas de gases. Otro aspecto importante es comprobar que las salidas de gases estén libres de obstrucciones para evitar riesgos de intoxicación.
• Contactar con un técnico. Contemplar una revisión anual para que un profesional pueda detectar los problemas antes de que sean mayores, es una magnífica idea que refuerza la seguridad.

 

En resumen, mantener la caldera en buen estado es clave para la seguridad de cualquier hogar. Sin embargo, además de estos consejos que te hemos ofrecido, contar con un seguro de hogar también puede proporcionar una mayor protección si se produce algún accidente por esta causa. La oferta actual es muy amplia y variada, pero si eres miembro del Club RACC, puedes acceder a productos y servicios con mejores condiciones.