Foto de Jordi Vich Navarro en Unsplash
El verano se acerca a su fin y, ya en septiembre, muchos vuelven a su trabajo habitual. Pero, tras estos meses en los que el cambio de rutinas es evidente, es muy habitual plantearse cuándo llegará el próximo respiro. Y aprovechar un fin de semana, para hacer una escapada y romper con la monotonía, suele ser una gran idea.
Desde Benavente tenemos muchas opciones a distancias razonables. Pero hoy os queremos proponer una que apenas supondrá un par de horas y media de conducción: Burgos. Esta ciudad, destino de muchos universitarios de nuestra zona, se encuentra a unos 200 kilómetros y tiene una gran cantidad de atractivos que ofrecer.
Dos días no da para mucho, así que centraremos la guía en Burgos ciudad. Aún así, resulta imprescindible citar algunas opciones sitas en la provincia, para tener en mente de cara a futuros viajes. Entre estas posibilidades, destaca la de ruta de los castillos (que incluye Olmillos de Sasamón, Peñaranda o Castrojeriz, entre otros); así como también una visita al impresionante pueblo de Santo Domingo de Silos .
Pero, enfocándonos ya en la capital, empezaremos el plan por una fórmula bastante cómoda. Si hemos partido de Benavente, más bien pronto, es muy posible que sobre las 10 de la mañana lleguemos a la ciudad. Por supuesto, lo más probable es que no tengamos acceso al hotel para el check-in; sin embargo, es factible que nos permitan dejar nuestra pertenencias en consigna y podamos empezar nuestro recorrido a pie.
Antes de “atacar” el centro, propiamente dicho, una buena opción es visitar el Castillo de Burgos, situado a unos 15 minutos andando de la Catedral, sobre el Cerro de San Miguel. Es importante consultar si hay acceso, puesto que ha estado en obras. Aún así, su exterior es espectacular y vale la pena acercarse hasta allí.
De bajada al núcleo urbano, podemos observar algunas construcciones históricas. Buen ejemplo de ello es el Casino del Círculo de la Unión de Burgos, con más de 150 años de historia. Pese a su denominación como “casino”, no encontraremos las máquinas que han inspirado los juegos de tragamonedas online actuales; más bien se trata de una sociedad cultural que organiza todo tipo de eventos.
Foto de Zack Smith en Unsplash
Tras un largo paseo, es el momento de coger fuerzas. Un aperitivo y algún plato típico de la zona puede darnos la energía necesaria para las actividades de la tarde. De sobras es conocida la fama gastronómica de la calle San Lorenzo, la calle Sombrerería y alrededores, con sus tapas. Se crea un ambiente único, con mucha vida, y es recomendable probar diversos establecimientos.
Ahora sí, con el estómago saciado, tal vez sea el momento de adentrarse en la Catedral de Santa María, elemento icónico de Burgos. A esta visita hay que dedicarle tiempo y atención, pues se trata de un elemento histórico único. No os adelantamos nada, ya que es difícil glosar su belleza en estas líneas.
Para completar la tarde, un relajado paseo por la orilla del río Arlanzón, incluyendo la estatua del Cid, puede servirnos para ver cómo se pone el sol mientras vamos al hotel a refrescarnos un poco. La noche nos espera y es momento de tomar una decisión importante: volver a San Lorenzo y probar los bocados que no tuvimos tiempo a mediodía o animarnos con el lechazo castellano.
Por su contundencia, tal vez sea recomendable dejar el lechazo para el domingo y descubrir la noche burgalesa paseando y entrando allí donde nos resulte más atractivo, disfrutando de la vista del casco antiguo con sus edificios iluminados. Es mejor no apurar mucho, pues el domingo también tiene muchas actividades por delante.
Por la mañana, con el nuevo día, es el momento de preparar una caminata hasta el monasterio de Santa María la Real de las Huelgas, situado a una media hora del centro. Recomendamos la visita guiada, para deleitarse con maravillas como las vidrieras más antiguas de España.
Ya se acerca la vuelta y es momento de recoger las cosas y el coche; pero recordad que tenéis pendiente el lechazo. Para evitar sorpresas, es mejor haber reservado antes. Y, por supuesto, os recomendamos prudencia en la carretera, tanto a la ida como a la vuelta. Tal vez en dos días no hayáis podido ver todo lo que Burgos tiene para ofrecer, pero así pensaréis en visitarlo otra vez bien pronto.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.153