Una generación del Colegio de Camarzana celebra su medio siglo "pisando más fuerte que nunca"

El evento fue organizado por María Jesús Álvarez Galende, cariñosamente conocida por todos como Chus. Hija de Tomasa Galende, una querida y recordada profesora del centro que dejó una huella imborrable en generaciones de estudiantes, Chus heredó el espíritu acogedor y la dedicación de su madre. Fue ella quien dio la bienvenida al grupo, tejiendo de nuevo los lazos de una amistad forjada en las aulas hace décadas.

La velada estuvo cargada de emoción y nostalgia. Los asistentes, que casi llegaban a la treintena, revivieron anécdotas de su infancia en Camarzana mientras compartían una cena en un ambiente festivo. La diversión y los recuerdos fluyeron sin cesar, demostrando que el paso del tiempo no ha hecho más que fortalecer su complicidad.

La dedicatoria que presidió el acto capturaba a la perfección el espíritu de la generación: "Estamos en la flor de la vida", se leía, seguido de frases llenas de humor y optimismo que todos hicieron suyas: "Los primeros 50 años de la infancia son los más difíciles", "La vida comienza a los 50, lo anterior es solamente práctica", o "No tenemos 50, tenemos 18 más 32 de experiencia". El mensaje final, "SOMOS FANTÁSTICOS", sirvió como un brindis colectivo por una promoción que mira al futuro con la misma ilusión que guarda por su pasado común.

El reencuentro no fue solo una celebración de cumpleaños, sino un sentido homenaje a los años de colegio, a los profesores que los guiaron, y muy especialmente a la memoria de Tomasa Galende, cuyo legado perdura en su hija y en todos aquellos a quienes enseñó. Una noche para recordar que, efectivamente, "50 años no es nada" cuando se comparten con los amigos de toda una vida.