Más de 2.000 velas por sus calles convierten Santa Colomba de las Monjas en un espectáculo de luz y devoción

Santa Colomba de las Monjas celebró anoche, sábado 23 de agosto, la cuarta edición de su ya emblemática Noche Mágica de las Velas, un evento que ha superado todas las expectativas y se ha consolidado como una de las citas más originales del verano.

Puntuales, a las 21:30 horas, y con el último resplandor del atardecer como testigo, comenzó el acto central de la velada: la procesión del Cristo. En un silencio solo roto por las notas de la música y las oraciones de los fieles que lo acompañaban, la imagen recorrió las calles del pueblo bajo la tenue y cálida luz de más de 2.000 velas. Una noche tranquila y sin viento permitió que la magia prevaleciera, creando un escenario de recogimiento y belleza incomparable.

Este año, la organización amplió el recorrido, iluminando con velas nuevas calles y sumando a un mayor número de vecinos que se volcaron decorando sus fachadas y balcones con una iluminación especial, lo que contribuyó a engrandecer aún más el espectáculo visual. La participación de público fue notablemente superior a la de ediciones anteriores, demostrando el crecimiento y la aceptación de esta singular propuesta.

El recorrido, que comenzó en el crepúsculo, finalizó en la más absoluta oscuridad, donde la única guía eran los senderos de luz dibujados por las velas en las aceras. Una vez concluida la procesión, se congregaron en la iglesia para una oración comunitaria y el canto de la Salve.

Tras el momento de espiritualidad, y siguiendo una ya arraigada tradición, el Ayuntamiento ofreció un choripán a todos los asistentes, sirviendo como punto de encuentro y convivencia. La noche, sin embargo, aún no había terminado. La animación tomó el relevo con una discomóvil que puso el broche de oro a la velada, llenando la plaza de baile y alegría hasta altas horas de la madrugada.