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Tecnología

Bombeo solar: solución al alto coste del riego en Castilla y León

Lunes, 14 de Julio de 2025 Tiempo de lectura:

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El aumento de los costes energéticos en Castilla y León está generando un auténtico quebradero de cabeza a los agricultores que dependen del regadío. Ya sea por la inestabilidad del gasóleo o por unas tarifas eléctricas que cambian como el tiempo en primavera, los dueños de explotaciones se ven obligados a buscar alternativas. Muchos agricultores, efectivamente, miran al cielo y no solo para prever la lluvia: ven al sol como un aliado capaz de rescatar sus cuentas. No es casualidad que el bombeo solar gane cada vez más adeptos y deje de ser visto como novedad, para ser una herramienta real y bastante confiable. Si el futuro asusta, la energía solar quiere poner algo de orden en ese caos, aportando autonomía, previsibilidad y un respiro económico que resulta casi milagroso en estos tiempos.

 

 

¿Por qué se han disparado los costes del riego en Castilla y León?

 

En realidad la escalada comenzó hace ya unos años, aunque últimamente la sensación de ahogo ha empeorado. Cualquier persona ligada al campo siente cómo el gasóleo B, que hace una década resultaba razonable, ha pasado a ser una carga muy dura. En 2024, el precio medio del litro roza los 1,10 €, aunque depende del lugar: Palencia respira ligeramente a 0,982 €/l, mientras León lleva la peor parte con cifras cercanas a 1,191 €/l. Esas diferencias parecen un guiño cruel para quienes intentan cuadrar presupuestos. Incluso l

os más previsores reconocen que, con esos precios, poco margen queda para imprevistos o inversiones.

Como si esto no fuera suficiente, la electricidad decidió sumarse a la fiesta de los precios altos. Desde 2021 la factura energética solo trae sorpresas desagradables: los nuevos peajes y complicadas tarifas han disparado el coste entre un 40% y un 50%. No se trata solo de pagar más, sino de haber pasado de unos 170-200 € por hectárea a casi 270 €. Además, la segmentación horaria obliga a los agricultores a hacer auténticos malabares con los turnos de riego. Por si alguien busca soluciones creativas, encontrarse con seis periodos de precio eléctrico es como intentar hacer un puzzle con piezas cambiantes.

 

Los medios especializados (y no solo ellos) han analizado esta evolución y coinciden en que el contexto es sumamente desfavorable para quienes no diversifican su fuente de energía. Resulta interesante cómo algunas empresas como Enerpro de solar han surgido, ofreciendo nuevas vías para escapar del laberinto energético tradicional y planteando el autoconsumo como una tabla de salvación.

 

 

El bombeo solar: una solución a la dependencia energética

 

No es por hacer promesas vacías, pero muchos usuarios ya han comprobado que el bombeo solar supone un cambio tan grande como pasar de la carreta al tractor. Aquellos que han apostado por la energía solar mencionan una estabilidad de costes que antes ni imaginaban. La adopción de este sistema, lejos de ser marginal, se está extendiendo tanto entre particulares como en comunidades dispuestas a ganarle terreno a la incertidumbre. De hecho, basta observar las experiencias recientes para comprobar la velocidad con la que esta tecnología se está abriendo paso en el sector agrícola.

 

¿Cómo funciona exactamente un sistema de riego solar?

 

Explicar su funcionamiento puede parecer complicado, pero en el fondo es como una receta sencilla de cocina: hace falta sol y un par de ingredientes clave. El corazón del sistema se reduce a dos elementos principales:

  1. Paneles fotovoltaicos: Son quienes capturan la luz del sol (como si recogieran agua de lluvia) y la convierten en energía eléctrica.
  2. Bomba hidráulica: Aprovecha esa electricidad para sacar agua de donde haga falta, ya sea pozo, balsa o río, y distribuirla según las necesidades de cada campo.

A diferencia de otras fuentes, cuando los paneles reciben suficient

e luz, el sistema trabaja por sí solo, permitiendo olvidarse de las facturas y del vaivén de precios del mercado.

 

¿Cuáles son los beneficios directos para mi explotación?

Instalar un sistema de bombeo solar es comparable a sembrar un árbol que da sombra y frutos a largo plazo. Las ventajas principales, según comentan los usuarios más satisfechos, serían:

  • Autonomía energética: Prácticamente olvidas tu dependencia de la red eléctrica y del gasóleo, un alivio notable en plena crisis.
  • Previsibilidad de costes: Una vez el sistema está amortizado, los gastos regulares pasan a ser mínimos, casi simbólicos. Eso supone planificar el futuro con mucha más tranquilidad.
  • Sostenibilidad ambiental: Además de los beneficios económicos, la instalación contribuye de forma directa a la mejora del entorno, reduciendo considerablemente la huella de carbono.
  • Bajo mantenimiento: Olvida los quebraderos de cabeza por averías constantes, ya que estos equipos apenas necesitan revisiones periódicas y poco más.

 

 

¿Qué opciones tengo para abaratar la factura de la luz ahora mismo?

 

Por supuesto, mientras la transición a sistemas solares se afianza, existen todavía soluciones para sobrevivir al embate de los costes eléctricos. Aquí es importante no perder de vista lo que se puede modificar desde la administración y lo que depende de la propia organización de la explotación.

 

 

¿Sigue vigente la doble tarifa eléctrica para regadío?

 

De momento, la doble tarifa permite algo de oxígeno a las explotaciones, aunque no deja de ser un parche temporal. Lo cierto es que el Gobierno da la posibilidad de contratar dos niveles de potencia eléctrica: uno alto para la campaña de riego, otro reducido para el resto del año. Esta medida lleva prorrogándose y, para 2024, puede traducirse en un ahorro que muchas veces supera el 20%. Aunque los cálculos varían, en una finca media de 4 o 5 hectáreas, eso supone entre 2.000 y 3.000 euros menos al año (un dinero muy bienvenido, desde luego. Pero, claro, el campo sigue reclamando que deje de ser una concesión limitada y se convierta en una solución definitiva.

 

Por otra parte, quienes forman parte de comunidades oficialmente reconocidas disfrutan de un descuento del 85% en el Impuesto Especial sobre la Electricidad. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce: la falta de tarifas específicas y la presión de impuestos como el IVA o del propio mercado del gas siguen lastrando la rentabilidad de muchas fincas.

 

Castilla y León, ocupando una porción importante del regadío nacional, goza de un clima especialmente favorable para aprovechar la energía solar. Por tanto, resulta lógico y necesario apostar por modernizar métodos para asegurar la supervivencia y prosperidad del sector agrícola local.

 

Hoy en día, elegir el bombeo solar más que una innovación, es un paso natural. Abre la puerta a costear la producción agrícola con mayor seguridad, lograr mejores rendimientos y resistir el vendaval de incertidumbre que afecta a toda la cadena alimentaria. Para quienes todavía lo dudan, informarse ahora sobre las distintas opciones puede marcar la diferencia entre sobrevivir y desaparecer.

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