Del Sábado, 06 de Septiembre de 2025 al Domingo, 14 de Septiembre de 2025
Durante tres días —el 9, 11 y 12 de julio— quienes viven o veranean en Zamora podrán disfrutar de unas jornadas muy especiales donde la música renacentista y barroca se entremezcla con espacios urbanos llenos de arte e historia.
Ayer jueves pudimos disfrutar de la primera jornada de este proyecto novedoso ideado por la arquitecta Bea del Barrio y por el Ensemble Semura Sonora, una combinación de urbanismo, arte, historia y buena música renacentista y barroca. Más de doscientas personas, en algunos momentos de la velada, recorrieron distintas calles de Zamora para detenerse en las cuatro plazas donde se desarrollaba este encuentro cultural.
La visita se iniciaba en la plaza de Antonio de Águila, donde, bajo un arco rodeado de verdor, Bea recordaba historias del antiguo seminario de San Pablo, y Lucien, del Ensemble Barroco, evocaba a los ilustres organistas que en él vivieron, compusieron e interpretaron: Brocarte, Salazar o Covaleda. Algunas de sus composiciones pudieron escucharse mientras el sol se escondía al otro lado del Duero.
La segunda parada, en la plaza de Fay Diego de Leza, se centró en los antiguos palacios renacentistas del entorno y en su posterior transformación en conventos, hasta llegar al abandono actual. La famosa visita de Carlos V a la ciudad de Zamora dio pie a la interpretación de distintas piezas musicales de aquella época, que sin duda resonaron en las calles zamoranas interpretadas por los menestriles que acompañaban al ilustre personaje.
La tercera etapa tuvo lugar en el mirador de San Cipriano. Bea del Barrio fue desgranando —no exenta de intriga— toda la transformación, a lo largo de los siglos, del entramado urbanístico de este entorno tan visitado de Zamora, donde se mezclaban la nobleza y el pueblo llano. Esa misma mezcla se reflejó también en las interpretaciones musicales del Ensemble Semura Sonora, con un decorado de fondo formado por el mural del ábside del Monasterio de Santa Marta —guiño al románico—, el palacio de los Condes de Alba y Aliste y el convento de la Encarnación. También los sonidos de los miles de vencejos que aprovechaban el crepúsculo contribuyeron a embellecer la sonoridad de este atardecer veraniego.
Ya cuando la oscuridad comenzaba a adueñarse de la capital del románico y con sus iglesias iluminadas, el recorrido llegó a la plaza de la Leña. Un espacio moderno —como nos recordaba Bea— muy cercano a la iglesia de Santa María la Nueva o al arco de Doña Urraca. Un rincón muy popular que acogió sonoridades de temas igualmente populares de uno de nuestros músicos renacentistas más conocidos : Juan del Enzina o Juan de Fermoselle
Desearíamos que en futuras ocasiones estas experiencias culturales pudiesen repetirse no solo en nuestra capital, sino también en muchos de los entornos rurales, llenos de arte e historia, que esperan con ilusión enriquecer sus muros y su entorno con temas musicales como los escuchados del Ensemble Semura Sonora, y con los conocimientos arquitectónicos de Bea del Barrio, cuya exposición amena contribuyó al éxito de esta primera visita.
Blas de Paz Martinez ( Presidente AA del Monasterio de Sta Marta de Tera)
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