Mer Fidalgo repite éxito en Las Ventas con el taller infantil "Revoleras de Colores"

El evento, organizado con la colaboración del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, tuvo lugar en la Sala Antonio Bienvenida en la mañana del pasado domingo y volvió a agotar todas las plazas disponibles, confirmando el creciente interés por esta iniciativa que une arte y tauromaquia.

No es la primera vez que Mer Fidalgo triunfa en el coso madrileño. Además de haber expuesto anteriormente sus dibujos a lápiz y sus famosos capotes pintados "Revoleras de Colores" en Las Ventas, la artista repitió la experiencia del Taller Infantil, que en esta segunda edición congregó a un importante grupo de niños dispuestos a dar color a su propio mini capote de torear.

La actividad permitió a los más pequeños plasmar su creatividad en un lienzo único, llevándose a casa un recuerdo especial de su paso por el emblemático ruedo.

Mer Fidalgo, visiblemente emocionada por la acogida, compartió en sus redes sociales:
"He tenido que dejar que pasaran unas horas para asimilar todo lo vivido ayer. Entrar en Las Ventas siempre es especial, trabajar en Las Ventas es único, pero hacerlo de esta manera y rodeada de tanta gente buena es un lujo que nunca pensé tener."

La artista, que ya ha dejado huella en el coso madrileño con sus exposiciones, agradeció especialmente al Centro de Asuntos Taurinos, a Tauro Channel y a Javier Portal por su apoyo incondicional. También destacó la presencia de los toreros Uceda Leal, Víctor Hernández y Álvaro de la Calle, quienes se sumaron a la iniciativa, compartiendo su pasión con los más pequeños y firmando en los capotes.

Enseñar la tauromaquia, la mejor manera de defenderla

Con una clara vocación educativa, Fidalgo cerró su mensaje con una frase del recordado Víctor Barrio:
"La tauromaquia, más que defenderla, hay que enseñarla."

Tras el éxito de esta segunda edición, la artista ya avanza que la tercera está cada vez más cerca, reafirmando su compromiso por difundir el arte taurino entre las nuevas generaciones.

Una jornada donde el color, la tradición y la emoción volvieron a brillar en el corazón de la tauromaquia