¿Cómo prevenir la ocupación ilegal? Recomendaciones para propietarios

 

 

La ocupación ilegal de viviendas representa un problema creciente para los propietarios. Según datos del Ministerio del Interior, España registró 15.289 denuncias por ocupación ilegal, incluyendo tanto allanamiento de morada como usurpación del derecho de uso de inmuebles. Sin embargo, estas cifras reflejan solo una parte de la realidad que puede afectar a varios miles de propietarios más cada año.

 

En concreto, expertos jurídicos señalan que estos datos esconden una práctica que no se registra como ocupación ilegal. Estamos hablando de la denominada “inquiokupación”, nombre con el que se conoce al fenómeno donde inquilinos dejan de pagar pero se niegan a abandonar la vivienda.

 

Las consecuencias de estas prácticas son devastadoras para los dueños de las viviendas: pérdidas económicas, procesos judiciales interminables y daños psicológicos. Ante esta situación, surge la necesidad de prevenir y, en casos límite, contar con una empresa desocupación profesional.

 

 

Las principales causas del incremento de la ocupación ilegal

 

Son varios los motivos que incentivan la ocupación en España. Por un lado, según afirman los afectados, la falta de un marco legal contundente y la protección excesiva hacia los ocupantes generan un entorno favorable para quienes buscan aprovecharse del sistema. Esta es una de las razones por la que la mayoría de los propietarios se encuentran en situación de indefensión frente a estos vacíos legales.

 

Al hilo del punto anterior, la lentitud de los procesos judiciales se erige como otro factor determinante. Recuperar una vivienda ocupada puede convertirse en un calvario legal que se extiende durante meses o incluso años. Aquí, los juzgados saturados y los procedimientos alargan los plazos, mientras los propietarios continúan pagando hipotecas, impuestos y suministros de inmuebles que no pueden utilizar ni rentar.

 

Del mismo modo, el problema habitacional que vive España, el incremento de los precios de la vivienda, tanto a la hora de comprar como de alquilar, así como la inflación vivida en los últimos años han incrementado la vulnerabilidad de muchas familias. En este sentido, el desempleo, la precariedad laboral y el aumento del coste de vida dificultan el acceso a viviendas asequibles. Una realidad social que, aunque comprensible, no justifica la violación de los derechos de propiedad privada que sufren muchos propietarios particulares que, como última opción, pueden verse llevado a contratar a una empresa desokupa.

 

 

Recomendaciones para evitar la ocupación

 

En este contexto, la Policía Nacional ha elaborado una guía con una serie de consejos para evitar la ocupación. Así, recomienda cerrar adecuadamente puertas y ventanas al salir de la vivienda, recordando la necesidad de utilizar todos los puntos de cierre disponibles, no solo la cerradura principal. En la misma línea, aconsejan revisar periódicamente el estado de marcos y herrajes para detectar posibles puntos débiles.

 

Otra de las advertencias que dan es la de cambiar las cerraduras cuando se pierdan las llaves o cuando una persona se mude a una vivienda de segunda mano. En cuanto a la protección, es aconsejable optar por cerraduras de seguridad con sistemas antibumping o anticopy.

 

Igual de importante es contar con alguien para que “eche un vistazo” a la vivienda si estamos de viaje. En concreto, la Policía Nacional defiende lo acertado que es establecer comunicación y coordinación con los vecinos. Intercambiar números de teléfono y avisar de ausencias prolongadas es clave para alertar sobre actividades sospechosas. Sin duda, la colaboración vecinal es fundamental para detectar intentos de ocupación en sus fases iniciales.

 

A continuación, también sugieren evitar publicar información sobre ausencias en redes sociales, ya que las vacaciones o viajes de trabajo anunciados públicamente proporcionan datos valiosos para posibles ocupantes. Además de todas estas, otras medidas preventivas son:

 

• Instalación de elementos de seguridad. La instalación de alarmas conectadas a central receptora, cámaras de vigilancia visibles o rejas en ventanas accesibles reducen significativamente el riesgo de ocupación y facilitan una respuesta rápida ante intentos.
• Dar apariencia de que la vivienda está habitada. En el caso de ser posible, hay que programar luces con temporizadores que se enciendan y apaguen regularmente. También es recomendable solicitar a alguien de confianza que recoja el correo y ajuste persianas ocasionalmente. Los ocupantes suelen descartar viviendas que muestran signos de actividad habitual.
• No facilitar la entrada a desconocidos. Verifica la identidad de cualquier persona que solicite acceso al inmueble (técnicos, operarios, comerciales). Por ello, solicita acreditación profesional y confirmación de la empresa que representan.

 

 

Contratar una empresa de desocupación

 

A pesar de implementar medidas preventivas, en ocasiones la ocupación ilegal resulta inevitable. Cuando esto ocurre, recurrir a una empresa especializada puede marcar la diferencia entre una resolución rápida y un proceso interminable. Estas empresas cuentan con profesionales experimentados que conocen los procedimientos legales y técnicos necesarios para recuperar la vivienda de manera efectiva.

 

Sus equipos multidisciplinares integran abogados, mediadores y técnicos que analizan cada caso de forma individualizada para aplicar la estrategia más adecuada. Si resides en la Costa del Sol, busca una empresa desokupa Málaga con experiencia demostrable y referencias positivas, ya que el mercado inmobiliario malagueño presenta características específicas que requieren conocimiento local.

 

La prevención es siempre la mejor estrategia contra la ocupación ilegal. Así que empieza a poner en marcha todas estas medidas de seguridad que hemos relatado, mantén el contacto vecinal y, si necesitas ayuda, contacta con una empresa desocupación profesional. No esperes a ser víctima: protege tu propiedad ahora y evita futuros problemas. Tu vivienda merece la mejor protección posible.