Tradición ancestral y relevo generacional en el Toro de Carnaval de Morales de Valverde

Morales de Valverde celebró el pasado sábado su tradicional Toro de Carnaval, una fiesta con siglos de historia que, a pesar de las dificultades del pasado, sigue viva gracias al compromiso del pueblo a través de la Asociación Las Pozas y la participación de las nuevas generaciones, que empiezan a involucrarse para continuar con la tradición

Este evento, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por la Junta de Castilla y León, es una de las señas de identidad de la localidad. Aunque su origen no está documentado, la tradición oral confirma que ya se celebraba en los años 30 del siglo pasado y que, pese a la prohibición franquista en los años 50, nunca dejó de realizarse en Morales. Alcanzó su mayor esplendor en los años 70, con la implicación de todos los mozos, aunque en las décadas siguientes sufrió un cierto declive debido a la despoblación y la falta de relevo generacional.

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Sin embargo, este año, la ilusión por mantener viva la fiesta quedó patente con la participación de niños y jóvenes, algunos de los cuales portaron su propio toro, asegurando así la continuidad de la tradición. Como manda el rito, los mozos se reunieron en un corral para disfrazarse, mientras los vecinos, expectantes, coreaban: “¡Que salga el toro, con cuernos y todo!”. Al salir, comenzó la persecución de chicos y chicas por las calles del pueblo hasta las fincas cercanas, donde los personajes fueron realizando sus parodias, llegando de nuevo a la plaza del pueblo donde el toro embistió a la moza, desvocándose la música y la diversión.

Pese al intenso frío y la amenaza de lluvia, la jornada transcurrió con gran animación. La Charanga Los Chumachos puso la banda sonora al evento, animando a los presentes hasta la conclusión del festejo. Como colofón, todos disfrutaron de una gran parrillada popular, una manera perfecta de entrar en calor y cerrar con buen sabor de boca una fiesta que sigue resistiendo el paso del tiempo.

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