Una vez más y siguiendo el calendario cristiano, el Papa Francisco abrió la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro el pasado 24 de diciembre, iniciando con este gesto el Jubileo 2025, bajo el lema “Peregrinos de la Esperanza”. El 29 de diciembre, la celebración también se extendió a las Iglesias particulares.
El Jubileo ocurre cada 25 años como un Año Santo de perdón y conciliación. En esta ocasión, Roma se prepara para recibir millones de peregrinos a los que llenar de esperanza en un mundo azotado por las guerras, la reciente pandemia y el inminente cambio climático.
Es importante mencionar que, aunque el Jubileo suele celebrarse cada 25 años, en 2016hubo una edición extraordinaria convocada por el Papa Francisco, conocida como el "Año de la Misericordia", que fue uno de los eventos más reconocidos de su papado. No obstante, es más que probable que este Jubileo 2025 atraiga aún más peregrinos. Para ser más exactos, el Vaticano prevé la llegada de más de quince millones de fieles, comenzando con la Apertura de Puertas en Nochebuena de 2024.
Un tiempo de reflexión, peregrinación y renovación espiritual centrado en la experiencia de los fieles
Estando como está orientado especialmente a la peregrinación, y respaldado por el lema “Peregrinos de la Esperanza”, durante los próximos meses, Roma será el núcleo de numerosas celebraciones, encuentros y actos de fe que marcarán este importante evento religioso
Si se desea hacer acto de presencia en las ceremonias en Roma, solo se precisa acceder a la página web del Jubileo 2025, donde proporcionan una tarjeta identificativa y de acceso como peregrino, totalmente gratuita. Igualmente, en la tienda online Holyart es posible obtener productos del Jubileo 2025, como mochilas, gorros y botellas con los colores oficiales de los grupos. Sin duda, una forma bastante simbólica de conmemorar la experiencia y compartir este momento histórico con otras comunidades.
Las profundas raíces del Jubileo
La historia del Jubileo muestra la capacidad de la Iglesia católica para renovarse, preservando una tradición milenaria que sigue inspirando a millones de personas. Más que un evento religioso, el Jubileo es un tiempo de reflexión, penitencia y renacimiento espiritual. A través de la Puerta Santa, las basílicas de Roma y la indulgencia, los fieles emprenden un viaje de fe que los acerca a Dios y fortalece su comunidad espiritual.
Llegados hasta aquí, resulta imprescindible aclarar que a pesar de que el Jubileo tiene a sus espaldas una larga tradición en la Iglesia Católica, remontándose su origen al Antiguo Testamento, realmente tuvo su inicio en la tradición de los antiguos judíos. En aquellos entonces, el Jubileo, conocido como el "año del yōbēl" (que significa “de la cabra” debido al sonido de un cuerno de cabra que anunciaba la festividad), era un año declarado santo. Durante este tiempo, según la ley mosaica, la tierra, que se consideraba propiedad exclusiva de Dios, debía devolverse a su dueño original y los esclavos recobraban su libertad. Este acto se llevaba a término cada 50 años.
En la Edad Media, la Iglesia adoptó esta idea y comenzó a celebrar el Jubileo. El primero de ellos, fue proclamado por el Papa Bonifacio VIII en 1300, con la idea de celebrarlo cada cien años. Atrajo a numerosos peregrinos a Roma, quienes visitaron las basílicas de San Pedro y San Pablo fuera de las Murallas para recibir la Indulgencia plenaria, que perdonaba las penas temporales de los pecados ya confesados.
A posteriori, la frecuencia de las celebraciones cambió. En 1343, el Papa Clemente VI redujo el intervalo a 50 años. Después, el Papa Urbano VI inició un intervalo de 33 años, en correspondencia con los años de vida de Cristo. Finalmente, en 1470, el Papa Pablo II fijó la cadencia de los Jubileos cada 25 años, período que se mantiene hasta hoy.
Cabe señalar, que la Puerta Santa, introducida por el Papa Alejandro VI en 1500, es uno de los elementos simbólicos más importantes del Jubileo. Este portal se abre solo durante el Año Santo en las cuatro basílicas mayores de Roma: San Pedro, San Juan de Letrán, Santa María la Mayor ySan Pablo Extramuros. Cruzar la Puerta Santa simboliza el paso del pecado a la gracia.
Más allá de la peregrinación a Roma
Como ya sabemos, son muchos los fieles que viajan hasta Roma para la apertura de puertas y el encuentro con peregrinos de todo el mundo. Cada Año Santo, la ciudad se transforma en un gran centro de peregrinación, atrayendo a millones de fieles. La Basílica de San Pedro, con su cúpula diseñada por Miguel Ángel, se constituye como eje espiritual, donde el Papa guía las principales celebraciones litúrgicas y simboliza el inicio y cierre del Jubileo con la apertura y cierre de la Puerta Santa.
Sin embargo, no debemos perder de vistas que el Jubileo es una celebración universal que también puede celebrarse en cualquier iglesia, incluyendo las de España. De hecho, las parroquias regionales convocan eventos del Jubileo a lo largo del año, empezando con la misa de Nochebuena. De la misma forma, el Jubileo también se puede vivir y sentir, recibiendo el perdón de Dios y promoviendo la reconciliación.
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