Control sobre los edificios en mal estado

El procedimiento que se lleva a cabo por parte del Ayuntamiento, según establece la normativa, consiste en que, una vez el Consistorio conoce de la existencia de un edificio en el que alguno de sus elementos puede representar un peligro, bien por informes de la Policía Local o de denuncias vecinales, se lleva a cabo una visita de inspección por parte de los técnicos de Urbanismo del Ayuntamiento, los cuales emiten un informe técnico en el que se establecen las medidas a adoptar, que se comunican a los propietarios a través de una orden de ejecución.
En aquellos casos en los que los titulares no recogen dicha orden de ejecución, se publica en el B.O.P. de Zamora y en el de la provincia donde resida el titular, en aquellos casos en los que no sea la de Zamora.
Cuando los edificios no son declarados en ruina inminente, pero puedan tener elementos susceptibles de causar desprendimientos o peligro para los vecinos, los bomberos de Benavente se encargan de la retirada de lo que pueda representar un peligro, procediendo el Consistorio al vallado del perímetro del edificio.
A partir de este momento el Ayuntamiento visita periódicamente dichos edificios para comprobar que siguen sin tener que ser declarados edificios en ruina. El deber de conservación es de los propietarios, a quienes el Ayuntamiento ya ha notificado previamente la situación del inmueble.
En el caso de que el edificio sea declarado en ruina inminente, las vías de actuación, tras los informes técnicos, son: dictado de la orden de ejecución en la que se ordena la demolición y limpieza, con posterior vallado del solar, dando un plazo de realización.
De no cumplir dicho plazo, el Consistorio podría realizarlo de forma subsidiaria o bien estableciendo como medida cautelar multas coercitivas, que tendrán el mismo coste que las obras de derribo, limpieza y vallado del inmueble.