"La duda" del grupo Platea impacta en el Certamen de Teatro con su potente mensaje moral

Reportajes: Angela Carrasco Domingo, 20 de Octubre de 2024 Tiempo de lectura:

[Img #204392]

El certamen continua su curso. Se encuentra en su penúltimo fin de semana, con miras al final. Recordemos que, en la anterior presentación del domingo, con el “Florido Pensil”, el público se enfrentó a una enseñanza social. Y ayer estuvo ante la presencia de una enseñanza moral, con la presentación de la “La duda”, del grupo Platea de Tomelloso, Ciudad Real.

Esta obra es la única puramente de género dramático. Compite ya con un caballo ganador. Su guion, basado en el texto de John Patrick Shanley, quien ganó el Premio Pulitzer como Mejor Drama en 2005 y el Premio Tony por Mejor Obra en el mismo año. Como obra de teatro, ha sido representada en varias ocasiones a nivel mundial.

Actualmente se presenta en Broadway, bajo la producción de Roundabout Theatre Company. Este guion también ha dado pie a la versión cinematográfica, "La duda" (titulada "Doubt" en inglés), estrenada en 2008, la cual recibió varios premios y nominaciones.

[Img #204393]

Trama y sinopsis.

La representación de “La duda” en el Reina Sofía se centró principalmente en cuatro personajes: un sacerdote, una religiosa, una novicia y una madre.

Ambientada en una escuela católica y en una parroquia del Bronx, en Estados Unidos, en 1964, la trama cuenta con la hermana Luisa, directora de la escuela, quien sospecha que el carismático padre Flynn (clérigo de la parroquia y profesor de gimnasia de la escuela, quien también funge como orientador de los estudiantes) está involucrado en un supuesto comportamiento inapropiado con un estudiante llamado Donald Miller, el primer estudiante de raza negra de la escuela.

A medida que la hermana Luisa investiga, involucra a la madre de Donald, la señora Miller, quien es reacia a creer en las acusaciones y está más preocupada por el bienestar de su hijo que por la dilucidación de la verdad, lo que añade una capa emocional al conflicto. Por su parte, la novicia Jane, testigo de uno de los encuentros del sacerdote con el estudiante, se encuentra atrapada entre su lealtad a la hermana Luisa y su admiración por el padre Flynn.

A través de estas interacciones, los actores exploran temas de moralidad, fe y la naturaleza de la verdad y la duda. Temas como el dogma eclesial de la Iglesia, la homosexualidad, la pedofilia clerical, el papel de la mujer en la jerarquía eclesial y el racismo también están presentes en este guion.

“La duda” es pura dicotomía entre el bien y el mal; la educación clásica y la nueva; el hombre y la mujer; la religiosa y el sacerdote; el poder y la subordinación. El centro de la historia se encuentra en el duelo psicológico entre el sacerdote y la madre superiora: dos seres diametralmente opuestos.

Escenografía, música y uso de la luz.

La escenografía se destaca por su funcionalidad y su capacidad para representar diversos escenarios de manera efectiva. El eclesial se conforma por un púlpito sacerdotal y la presencia de un reclinatorio, mientras que el recinto educativo se presenta a través de un despacho minimalista, con elementos organizados y un mobiliario de esencia clásica que aporta sobriedad.

El uso de proyecciones de imágenes religiosas, como vitrales y la cruz, junto con una cuidada selección de música instrumental, establece un tono y una atmósfera que sumergen a los espectadores en el contexto narrativo. Apreciamos especialmente el recurso del "fundido a negro" para las transiciones entre escenas, que añade fluidez al montaje. La baja iluminación, con tonos suaves y a media luz, resulta adecuada para adentrar al público en la esencia de la obra. La confección del vestuario es fiel a lo que se representa.

Actuaciones

Pilar Requena, en su papel de la hermana Luisa, estuvo soberbia. El tono realista de su actuación nos hizo pensar que estábamos ante la presencia real de una religiosa, con las características escritas para su personaje. La complejidad de su personaje se reveló nada más pisar el escenario. Su caracterización de una educadora estricta que se enfrenta a un dilema ético fue fascinante.

[Img #204396]

Por otro lado, Alberto Palacios, como el padre Flynn, igual que su antagonista, transmitió tanto autoridad como vulnerabilidad, haciendo que su actuación resultara convincente. Nos encantó la escena en la que el actor comenzó a temblar en el momento en que la religiosa lo puso “entre la espada y la pared”.

[Img #204398]

El papel de la hermana Jane, de Cristina Carrasco, sin dejar de lado la vulnerabilidad, misericordia y alma justiciera de su personaje, nos pareció más contestataria que inocente. Sus movimientos y expresiones escenográficas fueron los más dramáticos del cuarteto en escena.

[Img #204400]

Por último, la actuación de Ana Molina como la señora Miller, quien representó a una mujer blanca de ascendencia irlandesa casada con un hombre de ascendencia afroamericana, estuvo correcta y acertada.

[Img #204394]

La obra es un laberinto sin fin. Es lógico pensar que los espectadores salieran de la sala teatral con varias preguntas en la cabeza: ¿el padre Flynn es un despreciable pederasta? ¿Está la hermana Luisa actuando correctamente contra un sacerdote basándose solo en un prejuicio? ¿Dónde está la verdad? Lo único cierto es que nadie lo sabe.

Lo que sí creo que la gente pudo captar, fueron las peligrosas consecuencias de acusar sin tener la certeza de lo que se piensa o lo que se dice. En mis textos, soy recurrente al uso de la palabra ojalá (es casi inevitable para mí). Aquí vuelvo a usarla: ojalá este mensaje cale en lo más hondo de los que presenciaron este montaje (incluyéndome a mí), para que, en cualquier circunstancia de la vida, ante una duda, pensemos bien en las consecuencias morales de la calumnia y la difamación. Eso, sin lugar a dudas, hará la gran diferencia.

[Img #204401]