El viento apagó velas en la Noche Mágica de Santa Colomba de las Monjas, pero no deslució su encanto

Sin luz artificial, en la noche de verano del sábado 24 de agosto, hacia las 21.30 horas y acompañado por música y por las oraciones de los que acompañaban, fue llevado el Cristo en su procesión por el pueblo. En una noche, en la que el viento no permitió que todas las alrededor de 2.300 velas preparadas para darle un encanto especial al evento permaneciesen encendidas, pues muchas de ellas no resistieron el vendaval, a pesar de la insistencia de los vecinos por encenderlas una y otra vez con la esperanza de que finalmente todo saliera como estaba previsto. 

Aún así, la celebración se llevó a cabo y algunas fachadas, puertas y ventanas lucían especialmente engalanadas para esta ocasión, que cada año va congregando a más asistentes, del propio pueblo y también venidos de otros lugares para disfrutar este acontecimiento tan especial. Los tres vecinos de más edad de Santa Colomba de las Monjas, aguardaban sentados juntos el paso de la procesión. Una iniciativa con éxito que va a más, pero que este año no se ha podido disfrutar en toda su magnitud.

Todos allí, además, pudieron degustar el muy sabroso ‘chori-pan’ después de la procesión, que se va haciendo tradicional también en este día de celebración en Santa Colomba de las Monjas.

La organización decidió, con el apoyo unánime de los vecinos a mano alzada en la iglesia, repetir el encendido de velas y la procesión el domingo, pero tampoco hubo suerte, el viento al anochecer hizo su aparición de nuevo y tuvo que suspenderse, con la esperanza de que el próximo año pueda celebrarse con todo su encanto.