El pregón de Rosa Barrio Martínez preámbulo del chupinazo en Santa Cristina de la Polvorosa

Salvador Dominguez, alcalde de Santa Cristina de la Polvorosa, se dirigió a sus vecinos a las nueve de la noche desde el balcón del Ayuntamiento. Tuvo palabras de recuerdo para los vecinos fallecidos en especial, para Saturnino Cardó, exalcalde fallecido el pasado año y también para José Antonio Guerra, un hombre polifacético en su servicio al pueblo, recientemente fallecido. El alcalde entregó sendas placas a dos jovenes deportistas locales pertenecientes al Club Salvamento Benavente, David Garcia Fidalgo y Jorge Cobreros Fernández, que recientemente han recibido varias medallas en las competiciones de salvamento.

PREGON DE ROSA BARRIOS MARTÍNEZ

 

¡¡Buenas tardes Santa Cristina!!

Para mí es un honor y un privilegio estar hoy aquí con vosotros, dando comienzo a estas fiestas que forman parte de la tradición del pueblo, que ya siento como mío también.

 

Estoy orgullosa y emocionada por haber sido elegida para este evento porque supone un reconocimiento hacia mi persona y hacía la faceta educativa que he ejercido durante tantos años, lo que da muestra de que Santa Cristina es un pueblo que valora la importancia de la educación.

 

Estoy muy agradecida a la Corporación Municipal, a la Comisión de Fiestas y al Alcalde por haberme propuesto para este acto. La verdad es que, cuando Salvador me llamó, sentí cierta inquietud pensando en qué podía decir, pero a la vez pensé que era una muestra de vuestro cariño hacia mí y un honor y, que tenía que hacerlo.

 

Desde que llegué al pueblo, allá por el año 1991, en mi primer destino definitivo, como maestra de Educación Infantil a la escuela de Santa Cristina de la Polvorosa, y después de haber recorrido diferentes puntos de la geografía española: País Vasco, La Rioja y la zona zamorana de la Sierra de la Culebra, me he sentido apoyada y querida tanto por los alumnos y alumnas, como por las familias, lo cual siempre ha sido una fuente de gran satisfacción y motivación en mi carrera.

 

Comencé en las antiguas escuelas, en el aula que hoy ocupa la nave preparada para festejos y, aquel mismo curso, nos trasladamos al colegio nuevo que tuve el gusto de estrenar y al que pusimos por nombre Colegio “Vista Alegre” en recuerdo del nombre del colegio de los niños que habían sufrido el trágico accidente del autobús que cayó al río Órbigo.

 

Recuerdo con nostalgia aquellos primeros alumnos que tuve, que tenía 3 y 4 años y que, hoy en día, muchos de ellos son padres y madres.

 

Posteriormente, la escuela de Santa Cristina, junto con otras escuelas de localidades vecinas se convirtió en CRA, Colegio Rural Agrupado Tres Ríos. Se hizo más grande y las carreteras que unían los pueblos pasaron a ser los pasillos del colegio, por los que viajaban los maestros itinerantes.

 

Cada curso era diferente: nuevos alumnos, nuevos compañeros, preparación de nuevas actividades. Además de todo lo curricular, había que programar esas otras, que hacen que nuestro cole sea diferente como las actividades de comienzo de curso, Navidad, Carnaval, Semana del Libro (que siempre hemos hecho en colaboración con la bibliotecaria municipal), convivencias, excursiones y viajes didácticos, actividades de final de curso y graduaciones).  Nuevos retos que han ido evolucionando a lo largo del tiempo. Siempre contando con la colaboración del Ayuntamiento, el AMPA y demás personas del pueblo de las que hemos solicitado su colaboración.

 

De cada compañero y compañera y de cada alumno y alumna, guardo recuerdos imborrables.

 

Yo, también, fui cambiando, y pasé de ser maestra de Educación Infantil a ser maestra de Educación Primaria y después, directora del CRA.

 

Y así han pasado, algo más de 31 cursos, hasta mi jubilación.

 

He tenido el gran privilegio de ser, ante todo, maestra y ver crecer y progresar a muchas generaciones de niños y niñas, de compartir con ellos y sus familias momentos inolvidables. Son muchas las anécdotas y emociones vividas.

 

He intentado dar lo mejor de mí, que el día a día en la escuela no fuera algo aburrido y una mera transmisión de conocimientos, sino que el aprendizaje fuera algo vivido, divertido, activo y estimulante, con el objetivo de sentar las bases para que cada uno, sea capaz de volar y alcanzar las metas que se proponga en la vida y que le hagan ser feliz. Espero haberlo conseguido.

 

A lo largo de mi trayectoria, he aprendido tanto de mis alumnos y alumnas como espero que ellos de mí. Aún recuerdo sus caritas de niños y niñas, sus risas, sus ojos expectantes, sus preguntas curiosas y sus ganas de aprender que me han enseñado el verdadero valor de la educación.

 

Hoy, muchos de esos niños os habéis convertido en adultos responsables y comprometidos y me siento orgullosa de haber contribuido, aunque sea en una pequeña medida, a la formación y desarrollo de todas esas generaciones capaces de transformar la sociedad para mejor.

 

En muchos casos he tenido, también, el privilegio de haber sido maestra de vuestros hijos.

 

Cada día en la escuela era una nueva oportunidad para aprender y disfrutar, y, mirando hacia atrás, puedo decir que, cada uno de esos 31 cursos, ha dejado una huella imborrable en mi corazón.

 

Termino mi etapa docente con la satisfacción y el placer de haber compartido con vosotros todos estos años.

 

Quiero aprovechar esta oportunidad para agradecer, una vez más, a cada uno de vosotros el apoyo y cariño que me habéis demostrado a lo largo de este tiempo. Sin vosotros, mi experiencia como maestra no habría sido tan enriquecedora. Vosotros sois el corazón de Santa Cristina, y juntos, seguimos construyendo un futuro prometedor para nuestras próximas generaciones

 

En la convivencia diaria con mis alumnos, siempre me habéis transmitido la importancia que las fiestas y costumbres de la localidad tenían para todos vosotros, sentimientos que he vivido y compartido con todos.

 

Me hacíais participe de lo pasaba en vuestro entorno: que si ayudabais a las madres y a las abuelas haciendo las roscas del Cristo, que las mozas habían cantado “El Ramo”, que habíais asistido a la procesión, que los quintos habían colocado “El Mayo” …, los bailes en la nave, los encierros de novillos, y como no, la preparación de las fiestas patronales en honor de Santa Cristina, que hoy comienzan con sus peñas, encierros, tradicionales verbenas y demás actos…

 

Son días de alegría, de reencuentros familiares y de amigos, días para compartir y disfrutar juntos, que recuerdan la importancia de nuestras raíces.

 

Quisiera agradecer a todos aquellos que han trabajado para organizar estas festividades: a la Comisión de Fiestas, a la Corporación Municipal, a las peñas y demás asociaciones que han contribuido en la organización. Su dedicación y esfuerzo aseguran que estas tradiciones sigan vivas y que cada año podamos disfrutar de estos días.

 

Y como sé que tenéis ganas de que comience la fiesta, no voy a extenderme más y os deseo que disfrutéis. Qué estos días estén llenos de alegría, de reencuentros y de momentos inolvidables.

 

¡¡Pasadlo muy bien!!  ¡¡Viva Santa Cristina!! ¡¡Viva Santa Cristina!!

 

Muchas gracias.