Lolita abarrota el Reina Sofía de Benavente con su desafiante interpretación del personaje lorquiano de "Poncia"
El comienzo del segundo mes del año marcó la apertura de la temporada teatral en Benavente. Muchos benaventanos optaron por cerrar su fin de semana disfrutando del teatro con la primera producción del año, "Poncia".
La expectación llenaba el ambiente del teatro, abarrotado de gente cuando, cinco minutos después de las ocho de la noche, las luces se atenuaron y una nueva luz iluminó el escenario. Entre telas transparentes, una figura femenina vestida de negro emergió como una sombra, revelando la desafiante interpretación de Lolita Flores en el personaje lorquiano de la famosa obra "La casa de Bernarda Alba".
Se escucha la primera frase de la noche: "¡Silencio, silencio, silencio!", con la que Lorca concluye el texto original. El mandato fue obedecido por un público expectante y curioso.
Bajo la dirección de Luis Luque, Lolita encarnó magistralmente este icónico personaje, desplegando una actuación llena de garra y fuerza, con un alto sentido dramático.
Este papel teatral fue ofrecido muchos años antes a su madre, "La faraona". Por diversas razones, nunca lo asumió, pero hoy su primogénita lo encarna, interpretado por nosotros como una reivindicación póstuma del deseo matriarcal de la dinastía de los Flores de convertirse en la criada de Bernarda.
En un monólogo que se inicia con el trágico final de la obra lorquiana, la actriz nos sumerge en el universo de Poncia, una mujer maltratada y humillada que desahoga sus pensamientos sin tapujos y comienza a conversar consigo misma, recordando el trágico destino de Adela y hablando con la difunta tras visitar su tumba.
Durante los setenta minutos de duración de la obra, conocimos a una Poncia, servil, madre, consejera y esposa. La Poncia de Lolita no escatima palabras y comienza su desahogo, intercalando reflexiones propias y de vez en cuando conversando también con Bernarda y con sus cuatro hijas vivas. Trae de vuelta al escenario en su discurso a Pepe "El Romano" (el causante de la tragedia de Adela), a Josefa (la madre de Bernarda) y al difunto segundo esposo de Bernarda.
Trata con voz fuerte y rabiosa, temas como el suicidio, la libertad, la culpa, el machismo, la educación, la rebeldía, el sexo, entre otros temas. Para los que alguna vez hemos leído la famosa obra, o visto una película o una obra de teatro basada en ella, reconocemos frases exactas de texto original de Lorca, pronunciadas por Poncia o por de los demás personajes.
Además de la excepcional actuación de Lolita, vestida con un diseño que nos revela la época en la que se remonta la historia, de autoría de Almudena Rodríguez Huertas; y del excelente texto de Luque, quedamos maravillados por el impecable diseño escénico de Mónica Boromello y la brillante iluminación de Paco Ariza, quienes, junto con la musicalización propuesta por Luis Miguel Cobo, crearon una atmósfera mágica que transportó al público a la casa de “Bernarda” imaginada por Lorca, y que permitió la creación de un espacio único, a través de elementos tan simples.
Momentos estelares de la noche incluyeron la emotiva escena de los cuatro vasos de leche y el jarrón, el recuerdo de Poncia visitando el mar, o la caminata atemorizante de Poncia con el bastón de Bernarda.
El final de la obra, (en la que escuchamos a Lolita cantar), es una combinación de catarsis de libertad y empoderamiento femenino en la que Poncia baila al son de las telas y el viento.
Se apagan las luces, la obra termina y Lolita deja su personaje, y vuelve a ser ella misma. “Todavía la obra no ha terminado”, bromea ella, mientras sonríe, dejando en evidencia la sed de público de seguir disfrutando un poco más de lo recién concluido. A su aparición en escena le sucede el aplauso largo y extendido.
Ella agradece llevando sus brazos al pecho y mirando de un lado a otro la gran sala teatral. "Gracias, Benavente, por llenar este teatro hasta el cielo", dice, elevando su mirada hacia la última planta del Reina Sofía. Antes de despedirse, agradece al director de la obra, así como a todo el equipo técnico por su excelente trabajo, "ya que sin ellos, esta obra no hubiera sido una realidad".
Como colofón, Pepa, una conocida benaventana, impulsora del sentir tradicional de la ciudad, celebrando las Águedas y con el traje típico de esta celebración que tuvo lugar el domingo, no lo dudó y subió al escenario para felilcitar a Lolita, como podemos ver en este vídeo, que recibió con sorpresa y alegría este agradecimiento tan impetuoso.
Estamos seguros de que si Lorca hubiera estado sentado en el parco esa noche, también habría aplaudido y ovacionado esta creación nacida de su inspiración: ¡Bravo Lolita, bravo Luque, bravo Poncia!
REPARTO: Lolita Flores
EQUIPO ARTÍSTICO Y TÉCNICO Texto: Luis Luque (A partir de "La Casa de Bernarda Alba" de Federico García Lorca). Dirección: Luis Luque. Diseño de espacio escénico: Mónica Boromello. Diseño de iluminación: Paco Ariza. Composición de música original: Luis Miguel Cobo. Diseño de vestuario: Almudena Rodríguez Huertas. Ayudante de dirección: Álvaro Lizarrondo. Fotografía: Javier Naval. Productor: Jesús Cimarro. Producción: Pentación Espectáculos y Teatro Español.
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