Cuidando tu cuerpo
Estoy embarazada.... y ¿qué?
Existe mucha controversia en cuanto al masaje en el embarazo. Los terapeutas y facultativos no se ponen de acuerdo en si es aconsejable o no y, si lo es, en qué circunstancias y fases del embarazo.
Si bien es cierto
que el embarazo es una condición muy especial a tener en cuenta a la hora de
recibir un masaje, a día de hoy no hay estudios concluyentes en su contra. Al
contrario, se recomienda el masaje para el mantenimiento de una correcta
condición física de la madre ante el parto. Ahora bien, deberemos tener en
cuenta muchas observaciones y realizar varias modificaciones en nuestras
sesiones de masaje. El masajista debe estar en disposición, no sólo para
modificar el masaje, sino también para saber identificar cuándo y porqué debe
hacerlo.
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Puesto que el cuerpo de la mujer sufre grandes cambios a lo
largo del embarazo, estaremos preparados para ayudar a que estos cambios se
lleven a cabo de la manera más cómoda para la embarazada.
Distinguiremos 3 grupos de embarazos según las condiciones
físicas y clínicas que reúna cada futura madre:
+ Embarazos de alto riesgo:
-
Irregularidades o infecciones en el aparato genito-urinario.
-
Complicaciones del propio embarazo como preeclampsia o eclampsia, diabetes
gestacional, hipertensión gestacional, placenta previa, desgarro del saco amniótico,
contracciones prematuras, abrupción placentaria, etc..
- Embarazo
ectópico. (El feto se encuentra fuera del útero).
+ Embarazos de riesgo medio-bajo:
- Embarazo
por reproducción asistida.
- Historial
con tres o más abortos.
- Historial
con partos prematuros.
- Madres
menores de 15 años o mayores de 35.
- Madres con
más de cinco embarazos anteriores.
- Embarazos
múltiples.
-
Irregularidades en el feto.
- Enfermedad
crónica de la madre (depende de la enfermedad).
+ Embarazos sin riesgo.
![[Img #14550]](upload/img/periodico/img_14550.jpg)
Además de esto, el masajista deberá tener en cuenta el
peligro de encontrarse con una trombosis venosa profunda y la posibilidad de
que la clienta sufra durante la sesión el síndrome de hipotensión en posición
supina (tumbada boca-arriba).
En cuanto a la fase de la gestación en la que se encuentra el
feto, lo más cómodo y utilizado es la división por trimestres.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, mis recomendaciones para
aquellas embarazadas que estén leyendo estas líneas son las siguientes. En
cuanto al masaje, claro:
-
Contar a vuestro masajista todo vuestro historial gestacional
presente y pasado. No os olvidéis de nada.
-
Hasta la 13ª semana de gestación, si no existe embarazo de riesgo,
podremos hacer masaje siempre de una manera suave y preguntando en todo momento
las sensaciones a la clienta. (En muchos casos los médicos desaconsejan el
masaje en el primer trimestre de forma indiscriminada. Yo, particularmente y si
no hay complicaciones, lo dejo a elección de la madre. Como dije anteriormente,
no se han documentado de manera directa interacciones del masaje con la
gestación. Aún así, es obligación del masajista poner en conocimiento de la
paciente toda la información).
Durante este periodo se acomodará a
la embarazada boca-abajo con almohadillas y cojines para liberar la presión del
cuerpo sobre el abdomen y los pechos.
-
De la 14ª semana a la 21ª se colocará a la clienta sentada en
una silla multiterapia o en una silla
baja y apoyada sobre la camilla con brazos y cabeza. La comodidad de la madre
es fundamental. No se debe incidir demasiado en la zona lumbar, incluso
evitarla si se cree necesario, y el masaje en las piernas deberá hacerse con
técnicas suaves de mano abierta y con una presión muy baja.
Durante estos dos trimestres también es posible realizar el masaje con la paciente tumbada de costado.
-
A partir de 22ª semana, personalmente, sólo realizo masaje
en las zonas escapular y cervical para paliar la fatiga muscular sufrida por el
desplazamiento de la actividad respiratoria hacia la zona alta del tórax debido
a la incompetencia del diafragma por la presión hacia arriba del feto. Si fuese
necesario tumbar boca-arriba a la clienta, lo haríamos colocando una almohada
bajo su costado derecho, de modo que quedase inclinada sobre su lado izquierdo,
para evitar el síndrome de hipotensión en posición supina.
El mejor criterio que pueden seguir tanto el terapeuta como
la madre es el conservador. Ante la duda, no hacer masaje.
Enhorabuena a todas aquellas que acabáis de ser madres o que lo seréis
en breve.
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