Los pendones de Cabañas de Tera y Pobladura del Valle participan en la marcha de Astorga a Brimeda

Con una puntualidad casi británica, la Asociación de Pendoneros de León dio inicio al evento a las seis de la tarde, en el paseo de las murallas romanas de Astorga. Más de treinta pendones recorrieron los casi seis kilómetros que separan estas dos localidades. Acompañados por sus respectivas charangas, los pendones desfilaron bajo la sombra de las milenarias murallas, el imponente palacio de Gaudí y la majestuosa Catedral gótica astorgana, para luego emprender el camino hacia Brimeda.

El viento, que soplaba con fuerza en algunos tramos, añadió un espectáculo visual a la procesión de enseñas multicolores, llevadas con maestría por los expertos pendoneros, que avanzaban con paso decidido por los campos engalanados con un espectacular verdor tras las últimas lluvias primaverales.

El mayor desafío para los pendoneros se presentó en la prolongada subida que separa las comarcas de Maragatería y Cepeda, a la cual pertenece Brimeda. Al llegar a la cima, un merecido servicio de hidratación permitió que la comitiva afrontara la última etapa, casi en descenso constante, hasta la ermita del pueblo. Allí, el pendón de Brimeda y el repique de campanas dieron la bienvenida a cada uno de los pendones leoneses y zamoranos participantes.

La llegada al pueblo estuvo acompañada, como es costumbre, de exhibiciones de porte y bailes del pendón, incluso se llevaron a cabo acrobacias impresionantes que recibieron el aplauso de un numeroso público asistente.

Para concluir la jornada, se ofreció una degustación de productos locales acompañados de refrescos y vino español, mientras se compartían anécdotas y experiencias de la marcha en un ambiente de amistad, compañerismo y confraternización, tal y como es habitual en estos encuentros pendoneros.