San Cristóbal de Entreviñas luce sus altares y tapices florales en la bendición de los recién nacidos por el Corpus Christi

En la festividad del Corpus, las madres de los recién nacidos durante el último año se dedican a confeccionar un hermoso tapiz floral en la calle, acompañado de un altar donde se coloca la imagen de la Virgen Niña. Durante la procesión del Corpus, el párroco bendice a los niños situados en unas almohadas frente al altar, siendo este año cuatro los participantes en este emotivo acto religioso.

A lo largo del recorrido de la procesión, las cofradías locales,  de la Soledad, la Vera Cruz y la Trinidad, colaboran en la instalación de dos altares: uno dedicado a la Virgen de la Soledad y otro al Jesús Resucitado. Además, se destaca la creación de un impresionante tapiz floral, diseñado y realizado por un vecino. En esta ocasión, el motivo seleccionado fue un elegante emblema heráldico con la representación de un cáliz.

Según relatan los ancianos del lugar, antiguamente, durante la procesión, las familias solían sacar a la calle sus objetos más hermosos, como mantones y mantillas. Sin embargo, en la actualidad, esta costumbre se ha reducido a la representación que realizan las cofradías mediante la colocación de sus dos altares, conservando así parte de la tradición ancestral.