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Está presente en muchas manos de hombres y mujeres que transitan diariamente por la calle de todos los pueblos y ciudades. Es el tabaco, un producto que lleva en la sociedad española, en forma de cigarrillo, más de doscientos años y que ha significado, en algunas fases de la etapa reciente del país, un símbolo de la liberación y el aperturismo. Desde la Guerra de la Independencia, cuando la costumbre llegó a los hogares españoles, hasta el 2023, una etapa definida por el autoconsumo, en la que los papeles de fumar son tan importantes como el propio cigarro. Las costumbres y los hábitos cambian, así como las leyes asociadas a este consumo, si bien el tabaco se mantiene como un estimulante para el ocio y la canalización de muchas emociones.
El conflicto con Napoléon, que tuvo lugar entre 1808 y 1814, tuvo muchas consecuencias, entre ellas la llegada de los cigarrillos a la sociedad española. El tabaco ya era conocido, pero no así esta forma de consumirlo. Lo habían traído, siglos atrás, los colonizadores españoles que llegaron a América. Trescientos años después, los franceses mostraron, aunque fuera en pleno conflicto bélico, un sistema rápido y eficaz para disfrutar al máximo de esta sustancia.
El tabaco entró de esta manera en los estratos sociales más elevados, pues un cigarro era un bien que se reservaba para las viviendas con un alto poder adquisitivo. Hubo que esperar a la mitad del Siglo XIX para que el consumo de los cigarros se expandiese a todos los grupos sociales. Llegaron de Brasil, por parte de mercaderes que buscaban en la Península Ibérica, previa entrada por Portugal, hacer negocio con este producto. El éxito fue notable y pronto las tabacaleras españolas empezaron a adoptar este formato en su producción.
Las mujeres en la Transición
El consumo de tabaco fue creciendo entre los españoles a lo largo de todo el Siglo XX. Los diferentes regímenes políticos, de diversa índole e ideología, no han impedido el crecimiento de esta industria y su arraigo en la sociedad. Si bien hay un punto y un actor clave en la historia del tabaquismo en España: la Transición y el papel de la mujer como consumidora de cigarros. Los ochenta, la etapa de la ‘Movida madrileña’, también estuvo marcada por el notable aumento de las mujeres que se adentraban en el hábito de fumar. Era un acto de rebeldía y de liberación, tras 36 años de dictadura en los que estuvieron reprimidas.
España, hoy en día
El tabaco es una industria arraigada en España que, pese a la globalización, ha conseguido una cierta estabilización. El nivel de producción alcanza un valor anual de 1.200 millones de euros y tiene a Extremadura como una región determinante. Allí se cultiva prácticamente la totalidad del tabaco que nace de las tierras nacionales. A nivel de ventas, en España se compran más de 2.200 millones de cajetillas de cigarrillos al año y la recaudación final supera los 9.000 millones. Son cifras elevadas que evidencian la importancia de la industria tabacalera en el país.


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