Cuáles son los problemas más comunes de la lavadora

 

La lavadora es otra de esas máquinas que nos hace la vida más sencilla; nos evita la tediosa tarea de lavar la ropa a diario, realizando por nosotros un trabajo duro que la lleva a estropearse cuando pasan unos años desde que la compramos.

 

Gracias a internet, ahora es posible repararlas, pues los repuestos electrodomesticos están accesibles a unos precios razonables, por lo que estas máquinas tienen una segunda oportunidad y no es necesario sustituirlas tan a menudo.

 

 

Pierde agua por la puerta

 

Se trata de una avería muy común y que detectamos cuando vemos que el agua se escurre por la zona de la puerta, llegando a producir un pequeño charco justo debajo de la misma. En este caso, la culpa es de la goma escotilla, que se pasa y termina por no cerrar bien. Cuando se estropea, pierde la flexibilidad y deja pequeños resquicios por los que el agua se sale del tambor.

 

Es una de las averías más baratas y sencillas de solucionar, pues la goma es económica y colocarla está al alcance de cualquiera.

 

 

El tambor no gira

 

Un tambor que no gira es otra de las averías que suelen solucionar con más frecuencia los servicios técnicos, y se produce por una mezcla de desgaste y mal uso del electrodoméstico. Ocurre cuando la polea que trasmite el movimiento al tambor se deshilacha o se parte, en algunas ocasiones, porque se mete demasiada ropa y se fuerza esta correa de goma.

 

Por suerte, es posible comprar este repuesto balay por un precio bajo y su sustitución es sencilla, un poco más compleja que la de la goma de la puerta, pero muy fácil para un técnico con experiencia.

 

 

No entra agua

 

Cuando conectamos la lavadora y ponemos el programa, casi antes de que cerremos el cajón del detergente, ya está saliendo el agua del lavado.

 

Enseguida nos damos cuenta de que no entra agua y miramos el grifo que sigue abierto como siempre, pues la causante de esto es la electroválvula de lavadora, una pieza que es la que se abre o se cierra con el fin de dejar pasar el agua. Tiene una parte eléctrica y una mecánica y cuando se rompe siempre se cambia, puesto que repararla es más caro.

 

 

Se mueve y se sale de su ubicación al centrifugar

 

Cualquier lavadora actual centrifuga a más de 1.000 rpm, por lo que lleva unos amortiguadores que filtran las vibraciones que se producen en este momento y también al lavar. En el instante en el que se deterioran, dejan de hacer su trabajo y lo notamos enseguida, puesto que la lavadora comienza a dar golpes, a moverse e incluso se sale de su ubicación cuando centrifuga. Para arreglarla, solo hay que ponerle amortiguadores nuevos, momento en el que volverá a ser tan silenciosa como antes.

 

Si lo pensamos, nos damos cuenta de que la lavadora es uno de los electrodomésticos que sufre un trato más duro y de ahí que, pasados unos años desde su compra, no es extraño que comience a averiarse, muchas de las cuales se arreglan por un precio muy económico.