Empresas especializadas en infraestructuras digitales y de telecomunicaciones

El mercado de las telecomunicaciones figura entre los más atractivos; sin embargo, su nivel de complejidad y constante evolución juegan en contra de quienes carecen de los conocimientos y recursos para enfrentar los continuos avances de la tecnología y las restricciones operativas.   

Es ahí donde las empresas de inversión en infraestructuras digitales representan la salida. Vender los derechos de un emplazamiento de telecomunicaciones no sólo brinda acceso a una buena cantidad de dinero, sino que elimina los riesgos asociados a la práctica.    

Mayor control y menos probabilidades de perder 

Mientras para algunos la construcción de nuevos emplazamientos de telecomunicación representa una ventaja, para el propietario que ve desmantelada la suya implica quedarse sin una fuente de ingresos.    

Gracias a la capitalización de rentas queda eliminado el riesgo financiero que supone la constante evolución del mercado y los cambios en las legislaciones. 

A diferencia del arrendador, las empresas de inversión en infraestructuras digitales tienen la capacidad financiera de absorber el grado de pérdidas económicas ante el desmantelamiento de una antena de telefonía móvil. 

Seguridad garantizada 

La decisión del operador de resolver el contrato dejó de ser una preocupación. Optar por la capitalización es la mejor decisión de cara al disfrute de una cobertura financiera 100% garantizada.   

El dinero recibido por la empresa es suficiente para emprender en nuevos proyectos, invertir, saldar deudas e incluso, afrontar una derrama o liquidar deudas. Las ganancias que el dinero obtenido puede generar a largo plazo cuantías que superan a la percibida por el arrendamiento de la antena. 

En definitiva, frente al riesgo de la finalización del contrato, empresas como APW Spain representan la solución. El propietario recibe un nuevo flujo de ingresos por adelantado, que puede utilizar a la medida de sus necesidades y olvidarse del riesgo que implica que los operadores inalámbricos retiren el equipo de su propiedad.