Del Sábado, 06 de Septiembre de 2025 al Domingo, 14 de Septiembre de 2025
Los locales aguantaron media segunda parte con un jugador menos para llevarse un partido de infarto
Los derbis son la esencia del fútbol. Esos partidos donde dos equipos de la misma ciudad, pueblo o comarca se miden en batalla como si en juego estuviese el dominio del territorio. En estos duelos no importan las dinámicas, los estados de forma o las diferencias colectivas, todo el que juega quiere salir victorioso a toda costa. El choque entre Camarzana y Santa Croya fue la pura definición de derbi y no defraudó a nadie.
El partido lo tuvo todo: ocasiones, choques, trifulcas, remontadas, expulsiones y, sobre todo, goles. Muchos goles. Todo un intercambio de golpes al que sobrevivió el Camarzana, que tras ponerse 3-1 arriba tuvo que aguantar veinte minutos con un hombre menos para acabar llevándose los tres puntos (4-3).
El día, sin embargo, no concordó con el espectáculo que se vio en el campo. Una lluvia torrencial durante el calentamiento y toda la primera parte borró las líneas del campo e hizo peligrar la celebración del partido. A pesar del temporal, las gradas del campo ‘Las Eras’ de Santa Croya estaban a reventar, y es que un derbi es un derbi.
Los primeros minutos fueron de dominio del Camarzana, dispuesto a elaborar el juego desde abajo para derribar el entramado defensivo del Santa Croya. Los rojiblancos, bien plantados, esperaban su oportunidad en algún contraataque o en algún error de los de negro. Y así fue. A los dieciséis minutos, un mal control de Josete en un pase atrás dejó solo a Tosco frente a la portería vacía. El ex del Benavente anotó a placer el gol más fácil de su vida y dio alas a su equipo.
El gol espoleó a los rojiblancos y sembró las dudas en el Camarzana. Víctor y Rubén crecían al son del equipo y desesperaban a los defensores locales, que se plantaban con tarjeta amarilla en la primera media hora. Sin embargo, los rojiblancos no consiguieron aumentar su ventaja en ese tramo de dominio y el Camarzana recuperó el mando. Tras un par de faltas peligrosas mal ejecutadas, los de negro atinaron en la mejor jugada combinativa del choque. Quiroga inició, Berodas abrió a la derecha y Vega puso un centro con música para la llegada de Oterino, que entró como un tren de mercancías para tirarse en plancha y anotar el empate de cabeza.
El inicio de la segunda mitad fue una prolongación del final de la primera. Los locales parecían tener más determinación y la salida de los ‘Samus’ fue la clave de los de negro para hacerse con el partido. En otra gran jugada asociativa, Quiroga tiró una pared con Berodas, rompió a Merchán y sirvió el gol en bandeja a Adri, que solo tuvo que empujar a la red. El gol descolocó a los rojiblancos, incapaces de recuperar el buen juego mostrado en algunas fases de la primera parte. A los cinco minutos del segundo tanto del Camarzana, Iván erró en la salida de balón y Adri le robó la cartera para batir a Uña y poner el 1-3.
El choque parecía sentenciado, pero en un derbi nunca se puede dar por muerto a un rival. El Santa Croya tiró de orgullo y buscó la remontada. El empuje rojiblanco se vio beneficiado por la expulsión de Martínez, que tras agarrar a Víctor vio la segunda amarilla y dejó a los suyos con diez. Pese a estar con un hombre menos, los de negro resistieron las embestidas rojiblancas y amenazaban con hacer el cuarto a la contra. Pero cuando parecía que el marcador no se iba a mover, llegó la locura.
A falta de cinco minutos para el final, un centro medido de Guille encontró la cabeza de Víctor, que remató con rabia, puso el 3-2 y encendió a la grada croyana. Los rojiblancos se vinieron arriba y el empate parecía cuestión de tiempo. El propio Víctor estuvo cerca de hacerlo antes de que llegase la polémica. Rubén gambeteó, recortó a Jorge y cayó en el área. El equipo rojiblanco era un clamor en busca del penalti, pero Guillén no quiso saber nada y dejó seguir.
En la contra posterior, Berodas sacó fuerzas de donde no las había, dejó atrás a la defensa y regaló el gol a Adri, que con un disparo por arriba completó su hat-trick. El pescado, ahora sí, parecía vendido. Pero el orgullo del Santa Croya volvió a salir a relucir y, tras otra gran jugada combinativa, Guille empujó a la red el 4-3 justo antes del pitido final.
En tan solo diez minutos se habían visto tres goles, jugadas brillantes y varias tanganas fruto de la tensión. Toda una delicia para el espectador neutral, ejemplar casi inexistente en ‘Las Eras’.
Con esta victoria, el Camarzana se coloca tercero empatado a 13 puntos con el Sanabria y pisa los talones a la Bovedana, que suma 16. El Santa Croya, por su parte, es décimo con siete unidades. La semana que viene, los de negro se medirán a domicilio a Morales de Toro, mientras que los rojiblancos viajarán a Coreses.
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