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Energía

¿Podríamos producir nuestra propia energía en caso de un apagón?

Redacción Lunes, 17 de Octubre de 2022 Tiempo de lectura:

Hace ya casi un año que desde Austria nos llegó la primera voz de alarma de que a lo largo del invierno que se aproximaba, en algún momento, podríamos sufrir un importante apagón de dimensiones importantes en algún país de Europa.

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Ese país europeo consideraba ese apagón inevitable, de hecho su ministra de Defensa Klaudia Tanneer afirmaba entonces que la pregunta no era si ocurriría sino cuándo lo haría. Lo cierto es que, durante el pasado invierno, afortunadamente, no ocurrió. Sin embargo, la idea de que en algún momento pudiese ocurrir no se desvaneció sin más si no que fue ganando fuerza para el gobierno austriaco que alargaba el plazo dentro del cual podría suceder, pero que presentaba igualmente un plan de actuación a su población para el caso de que se diese tal emergencia.

 

La repercusión de esa afirmación fue distinta en diferentes países europeos, en el caso de Alemania, también su gobierno se puso manos a la obra y se encargó de informar a su población de cómo actuar en sus hogares si se diese el caso de un apagón mundial. En algún otro país, fuera ya de la Unión Europea, como es el caso de China, se aconsejó igualmente a los ciudadanos tener en casa alimentos así como herramientas por si fuese  necesario algún tipo de aislamiento o bien por un apagón, o bien por otras circunstancias como las que se habían dado durante la pandemia.

 

En el caso de España, en aquel momento, se restó peso a la posibilidad de que aquí pudiese llegar a ocurrir un apagón generalizado, afirmando entonces la Vicepresidenta tercera del gobierno y Ministra  para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, que el suministro en España estaba garantizado, siendo un país que produce una cantidad muy superior a la que se demanda y que establecería una especie de cordón de protección ante la eventualidad de que en otros países hubiese una caída del sistema eléctrico, de manera que no llegaría a afectarnos.

 

Sabemos ahora que no ocurrió durante el pasado invierno, pero para nada ha tranquilizado a los ciudadanos ver cómo el precio de la luz empezaba a ascender de forma continuada, haciendo aumentar en muchos de nosotros el temor por el hecho de que con los altos consumos de energía que se dan en la sociedad actual podamos llegar a exceder los límites energéticos en un momento puntual. También en todo este tiempo hemos escuchado diferentes opiniones de expertos y de investigadores, como es el caso del investigador del CSIC Fernando Valladares, cuando afirmó que un apagón puede ser inevitable en algún momento, puesto que el sistema es muy complejo y siempre es posible que haya fallos en la cadena de provisión energética y aunque puede ser que ese apagón no  sea tan grande ni tan global, siempre es bueno estar preparado.

 

Lo cierto es que desde ese punto hace un año en que por primera vez nos planteamos esa posibilidad tras las declaraciones de la ministra Tanner hasta el punto en el que nos encontramos ahora, el escenario ha cambiado y no para mejor. A toda aquella incertidumbre de entonces se suma ahora la situación de guerra en Ucrania y la amenaza de Putin de cortar el suministro de gas a Europa. Esta suma de factores sí que ha alertado a toda Europa en su conjunto, que se esfuerza en encontrar una manera de contrarrestar las consecuencias que esa acción pudiera tener. Esa amenaza hace mucho más perceptible el riesgo de que en algún momento podamos vernos escasos de energía. La actuación de los gobiernos ya está en marcha en los países miembros, que proponen diferentes medidas para restringir el consumo energético a las puertas del invierno, momento en que el aumento del consumo de energía parece inevitable. Se une a todo lo mencionado el prohibitivo precio de la luz, que nos hace replantearnos el uso que cada uno hacemos o podremos hacer en adelante del suministro de energía en nuestra casa.

 

Para los más precavidos es bueno decir que aquellos países que piden a sus ciudadanos estar preparados para un momento en el que de forma generalizada pudiera faltar la energía en los hogares de forma puntual coinciden, más o menos, en alguna de las cosas que incluyen en la lista productos de los que aconsejan disponer. Así es frecuente encontrar en esa lista una linterna, agua, alimentos no perecederos, ropa de abrigo y mantas, radio con pilas, algunos tipos de medicamentos y productos necesarios para bebés y ancianos al igual que para personas discapacitadas. Mencionan ellos también combustible, velas y cerillas.

 

Con todo ello es inevitable pensar que sería muy bueno que nosotros pudiésemos ser capaces de producir nuestra propia energía y para eso, ahora mismo, también encontramos alguna solución en el mercado que, sobre todo de manera puntual, nos ayudaría a afrontar esta situación con más tranquilidad. Nos referimos a las estaciones de energía portátiles, incluso de alguna de ellas podemos encontrar información fácilmente en la red. Por ejemplo, si buscamos saber más sobre la estación eléctrica EcoFlow nos encontraremos con que es una batería solar que al fin y al cabo viene a ser como un pequeño generador para nosotros, capaz de almacenar la energía que producen sus paneles fotovoltaicos. Tendremos la seguridad de poder disponer de esa energía acumulada en cualquier momento que la necesitemos y además, podemos llevárnosla donde queramos y, allí donde nos la llevemos podremos disponer de una gran cantidad de tomas eléctricas de diferentes tipos que nos permitirán utilizarla con diferentes dispositivos. Por último y no menos importante, no es para pasar por alto el hecho de que, estaremos produciendo nuestra propia energía de forma limpia, hoy que estamos aprendiendo a darnos cuenta de lo importante que es proteger nuestro planeta y que todos tenemos que poner nuestro granito de arena para frenar ese daño que inevitablemente le estamos ocasionando.

 

Vivimos en un mundo en el que todo va muy rápido, la información también lo hace, de la misma forma que la incertidumbre ante los riesgos de sufrir situaciones que hace un tiempo nos parecían improbables. Quizá algo que la pandemia nos enseñó es que, en poco tiempo, la realidad que nos rodea puede cambiar de forma significativa. Posiblemente aprendimos también, que lo mejor para enfrentarnos a esos momentos es la disposición a actuar y comportarnos de forma responsable y lo que nos puede dar tranquilidad entonces es saber que estamos preparados en la medida de nuestras posibilidades. Ahora mismo en nuestra mano está el hacer individualmente un consumo responsable del suministro de energía y equiparnos para, en caso de necesitarlo, poder enfrentar esa posible situación futura de la mejor manera.

 

 

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