Una Z que sigue ardiendo. Un fuego que está destrozando nuestros recursos naturales. Una de las pocas posibilidades que quedan a esta provincia de no desaparecer y seguirse manteniendo en esos últimos lugares del diccionario en los que siempre ha estado relegada y que ahora lo tendrá aún más complicado.
Una Z con una lágrima, que simboliza la impotencia, la desesperación que tienen nuestras gentes que ven como se pierden vidas, infraestructuras, paisajes increíbles y sobre todo por ese sentimiento, que se palpa, de sentirse desprotegidos.
Por favor administraciones, pónganse a trabajar juntos en serio por los ciudadanos, déjense de tanta ideología, de echarse culpas y reproches unos a otros y utilicen el conocimiento de los profesionales, la lógica y la sabiduría de los mayores, sin escatimar recursos para lo que de verdad importa.
Hay algo que ha quedado muy claro y la evidencia ha demostrado que así no funcionan las cosas. Los resultados son catastróficos y en menos de un mes la provincia ha recibido dos grandes zarpazos de fuego y desolación que a buen seguro podrían haber sido minimizados a tiempo con una adecuada gestión, tanto en prevención como capacidad de reacción. Nuestros recursos naturales son un tesoro de valor incalculable al que no se le presta la debida atención. Pongan ustedes al menos el mismo interés en defender el territorio y a las personas que el que ponen en la defensa de sus sillones, acuérdense de quienes les hemos prestado los votos para ocuparlos.
Los habitantes de esta tierra queremos soluciones y que se anticipen a los problemas, que para eso se han comprometido a ello. Si no son capaces de proteger y cuidar a sus ciudadanos como se merecen, estén donde estén, no están haciendo bien su trabajo.
Esas ayudas que empezarán a prometer y que a saber cuando llegarán no son más que parches, nunca serán suficientes para sufragar todos los daños materiales causados. De los medioambientales y los causados en el corazón de los habitantes mejor no decir nada.
Zamora Enamora, dice el slogan de la campaña de promoción de la provincia. Ahora huele a humo.
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