La evaluación por competencias surgió como una alternativa al modelo convencional de evaluación por objetivos. El control de los factores externos es uno de los obstáculos más habituales que surgen en los procesos de gestión de desempeño laboral. La evaluación por competencias se centra en las variables internas. Es un modelo desarrollado que pone el foco en el futuro. Sus dinámicas se orientan al largo plazo y ponen en valor el capital humano.
Enriquecer y fortalecer las potencialidades de los trabajadores se convierte en un punto esencial. Un empleado con más conocimientos y mejores competencias es más productivo que aquellos que tan sólo poseen experiencia. El futuro es la clave. Mientras que la evaluación por objetivos presta atención al pasado, la evaluación por competencias se enfoca en el futuro y el poder de la planificación a largo plazo.
El uso de encuestas se convierte en uno de los recursos más efectivos dentro de su contexto. Gracias a ello, es posible obtener fuentes de información diversificadas y que proceden de diferentes fuentes.
Pero, ¿cuáles son los beneficios de la evaluación por competencias? A continuación te hablamos de ello. ¡Toma nota!
Su metodología se adapta a las particularidades de cada rama profesional
Se trata de una modalidad de evaluación más individualizada. Al contrario de lo que ocurre en las evaluaciones por objetivos, no se lleva a cabo basándose en patrones genéricos. Las referencias se toman de forma específica, atendiendo a las competencias de cada cargo.
Se convierte en una importante fuente de información para detectar debilidades e implementar soluciones
Con cada evaluación por competencias, suelen ponerse de relieve fisuras o puntos de debilidad en los procesos de trabajo o en las líneas estratégicas de la empresa. En muchos casos, se trata de problemas sutiles pero que, tras su localización, pueden convertirse en un resorte en materia de perfeccionamiento. Carencias o limitaciones a nivel formativo, escasez de incentivos en determinados departamentos, falta de estímulos, problemas de reconocimiento… Las conclusiones extraídas del análisis permiten formular nuevas soluciones alternativas.
Facilita el acercamiento a los empleados
Las evaluaciones por objetivos permiten obtener una aproximación más global sobre el rendimiento de los equipos. Las mediciones puntuales que se integran dentro de las metodologías de evaluación por competencias, permiten obtener una referencia clara y precisa sobre determinados trabajadores o departamentos. Los responsables de los procesos de gestión de talento pueden acceder a información valiosa que les permita definir mejor el perfil de cada uno de los empleados. Dentro de este mapa de competencias, se integran variables tan importantes como las capacidades, los talentos, las destrezas o las aportaciones directas o indirectas que hacen a la organización a sus equipos de trabajo inmediatos.
Incrementa el grado de compromiso e implicación de los equipos con el proyecto
Aunque las evaluaciones han estado asociadas tradicionalmente a emociones negativas como la inseguridad, en realidad, una estrategia bien planteada no tiene por qué generar ningún tipo de repercusión de este tipo a nivel interior. De hecho, puede convertirse en una importante fuente de crecimiento y desarrollo. Si los empleados pueden ver reconocido su trabajo, sentirse valorado y, además, obtener alternativas para mejorar y perfeccionarse, lo más probable es que se sientan más arraigados a la base del proyecto y, de alguna manera, tengan una mayor sensación de control sobre su propio desarrollo a nivel profesional. Todo ello puede traducirse en un mayor interés o en mayores contribuciones a largo plazo. La evaluación por competencias es un instrumento muy útil para mejorar el bienestar del personal y, de forma indirecta, incrementar los niveles de proactividad y el rendimiento de las plantillas.
Adopta un sistema de mejora continua a nivel interno:
Un proceso evaluatorio bien coordinado puede proporcionar información relevante de todas las áreas del negocio así como herramientas para implementar un sistema de desempeño más eficiente. Llevar a cabo este tipo de evaluaciones con cierta periodicidad y aplicar las soluciones que se derivan de ellas dará forma a una cultura de mejora continua. Gracias a ella, las dinámicas del negocio llevarán a los colaboradores a actitudes más comprometidas tanto con los objetivos del proyecto como con sus objetivos de desarrollo profesional.
Las competencias son cualitativas, pero la evaluación puede ser cuantitativa
La evaluación por competencias permite acceder a la esfera de las relaciones y los vínculos que se gestan a nivel interno entre las plantillas. Lo más común es que se lleve a cabo a partir de recursos como la evaluación 360.
La evaluación 360 pone el foco de análisis en las relaciones que establece el empleado. Esto significa que los resultados de la ponderación proceden del feedback, la retroalimentación que emiten sus superiores, sus subordinados, sus colaboradores o los clientes externos e internos.
Profundiza en las metodologías y facilita la intervención desde el punto de vista formativo
¿Qué metodologías componen los sistemas de trabajo? La evaluación por competencias proporciona información sobre las dinámicas que se llevan a cabo y su efectividad. Al contrario de lo que ocurre con la evaluación por objetivos, que se centra en los resultados, la evaluación por competencias incide más en la forma en que se han obtenido dichos resultados.
Precisamente por esto, puede intervenir directamente en factores como la formación de los empleados para potenciar su grado de desarrollo. De acuerdo con un estudio elaborado por Deloitte, los empleados deberían renovar sus conocimientos, al menos, una vez al año.
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