Miles de personas pedían la dimisión de Mañueco y Quiñones mientras les acusaban de “asesinos” y exigían “más bomberos y menos consejeros”
La Plaza de la Marina a los pies del edificio de la Junta de Castilla y León en Zamora se llenaba de miles de Zamoranos tras el incendio que arrasaba 30.000 hectáreas en la Sierra de la Culebra y que afectaba también a la zona de los Valles de Benavente, en concreto a localidades del Tera, y lo hacían con un clamor popular en el que exigían la dimisión inmediata y responsabilidades al Presidente de la Junta de Castilla y León y al Consejero de Medio Ambiente, lo hacían con rabia, tras ver todo su pasado, presente y futuro quemado ante lo que consideran una falta de previsión en el servicio de extinción de incendios.
Antes de la lectura del manifiesto y presidiendo un troncos calcinados de la Sierra de la Culebra, uno de los vecinos afectados de Cabañas de Aliste relataba el inicio del fuego causado por una tormenta “los incendios pueden ser de origen natural como ha sucedido que cayeron varios rayos, los cuales presención, eso es inevitable” denunciando que habiendo medios para extinguirlos no se han activado, elogiando la labor de los trabajadores del Servicio de Extinción de Incendios, recordando que en agosto de 1990 otro incendio hacía arder a la sierra de la Culebra “y no hemos aprendido nada. Hay que limpiar los cortafuegos de forma que sean eficaces, hay que limpiar durante todo el año hay que dotar a las personas responsables de extinguir los fuegos de medios para que lleguen y sepan lo que hacer” relantando que había muchos profesionales en la zona dispuestos a apagar el fuego “pero no sabían cómo”. Este vecino de Cabaña de Aliste fue el que dio la voz de alarma a la Guardia Civil y se comenzó a evacuar el pueblo, en un incendio que comenzaba a las 21:00 horas y que no se comenzó a intervenir hasta las 05:00 de la mañana indicaba.
Entre los asistentes a esta concentración se encontraba el Alcalde de Benavente Luciano Huerga y el Concejal de Bienestar Social, Antonio Vega. Recordamos que la ciudad fue uno de los centros claves para acoger a los evacuados habilitando dos pabellones municipales para establecer el operativo con Cruz Roja y Protección Civil, quienes se unían a la denuncia de que Zamora ya no pertenece a la España Vaciada sino a “la España Calcinada” todo ellos apoyado con pancartas en la que se ecxiía una Política Forestal actualizada, se denunciaba la falta de medio por parte de la Junta de Castilla y León.
En el manifiesto leído esta tarde se pedía responsabilidades políticas y la dimisión del Consejero y Del Director General de Patrimonio Natural y Política Forestal, la elaboración de un plan actualizado y el desarrollo del Estatuto Básico del Bombero Forestal, pedía la Coordinadora formadoa por Ecologistas en Acción, Zamora Viva, Zamora en Transición, Entrepueblos, Comunales Libres y Defensa de la Tierra de Tábara, Otra vez No en Sayago, Cryosanabria, Amigos de Velilla, Comunales del Pueblo Son (Manzanal de Arriba), Cabrera Natural, CGT, CNT, Coordinadora Antifascista de Zamora, Plataforma la Culebra No Se Calla, Plataforma por la Emergencia Climática de Zamora, Anticapitalistas, El Cigüeñal, UGT, CCOO, PSOE, Plataforma por la Sanidad Pública de Tábara, Cimas, La Montañera Zamorana, 13 Rosas, Pueblos Unidos de Tábara, Pueblos Vivos Zamora, Izquierda Unida, Plataforma de Afectados por Renovables en Ricobayo, Club Montañismo de Sanabria, Viernes por el Futuro de Toro, UCCL Zamora y las localidades del Valle del Tera.
Manifiesto íntegro
Esta catástrofe socio-ambiental, que ha destruido 30.000 hectáreas supone la puntilla para nuestra provincia y, en especial, de unos pueblos ya afectados por el envejecimiento, la despoblación y el abandono institucional: Abejera, Boya, Cional, Ferreras De Abajo, Ferreras De Arriba, Manzanal De Arriba, Puercas, Riofrío, Sarracín, Tábara, Val De Santa María, Villanueva De Valrojo, Villardeciervos, Melgar De Tera, Olleros de Tera, Villar de Farfón, Pumarejo de Tera, .
Hemos pasado de formar parte de la “España vaciada” a formar parte de la “España calcinada”, porque miles de esperanzas, proyectos, recuerdos y formas de vida han quedado enterrados bajo las cenizas. La incapacidad de la Administración autonómica para anticiparse, en un año especialmente seco y en plena ola de calor, a una situación con un riesgo muy alto de incendios se ha visto traducida en el peor incendio de la historia de ZAMORA y de Castilla y León.
La ausencia de una planificación acorde con el contexto climático y meteorológico en un mes (junio), en el que tradicionalmente se han desarrollado muchos de los peores incendios forestales en la provincia, vuelve a mostrar que los planteamientos de anticipación de la campaña de prevención y extinción de incendios forestales son necesarios. Esta idea es defendida por muchos de los aquí presentes y por los técnicos y agentes medioambientales competentes, que siempre han abogado por una campaña sin discontinuidades, pero, como mínimo, preparada con todos sus efectivos el 1 de junio.
En este escenario de ausencia de medios humanos y materiales suficientes, se ha expuesto a los vecinos, a los trabajadores de la Junta, a los bomberos, a los cuerpos y fuerzas de seguridad, y a otros colectivos de profesionales y voluntarios, a un riesgo mayúsculo asumido para enfrentarse a un fuego de dimensiones desconocidas y a correr un peligro que nunca debería haber existido.
El día 15 de junio, cuando surgían los primeros focos relacionados con las altas temperaturas y las tormentas eléctricas −y ese mismo día algunas organizaciones aquí presentes denunciaban el peligro y la carencia del operativo de extinción de incendios forestales de la Junta−, el consejero de Medio Ambiente de Castilla y León anunciaba que los medios anti-incendios no estarían disponibles hasta las 00:00 horas del día 1 de julio.
Todavía el 16 de junio, sabiendo la potencial gravedad del incendio −convertido ya en el peor de la historia reciente de Zamora−, Suárez Quiñones no había asumido sus responsabilidades al frente de su Consejería, y en una dejación de funciones imperdonable, mantuvo desactivado todo el operativo de extinción de incendios forestales de Castilla y León.
La debacle social y económica que va a suponer este incendio para nuestros pueblos de la Sierra de la Culebra, es insondable: muchísimos millones de euros perdidos en forma de ganado, pastos, madera, castañas, setas, turismo, colmenas, caza, … Incontables daños económicos que no van a poder ser resarcidos.
Pero también están los sentimientos, las emociones, los recuerdos, las vivencias, las experiencias, las expectativas, de cientos de personas que han estado y están ligadas a este territorio ahora devastado, un sufrimiento que nunca será suficientemente cuantificado. A todo esto, hay que sumar el gravísimo daño ecológico que se ha producido en un ecosistema único, Reserva Regional de Caza, Lugar de Interés Comunitario y perteneciente a la Red Natura 2000 y la Red de Espacios Naturales de la Junta de Castilla y León.
Todos conocemos los valores y los servicios ecosistémicos que nos proporciona la Sierra de la Culebra: paisaje, biodiversidad, aire y agua limpios, valores turísticos, cinegéticos, recursos agrarios, etc. La pérdida de biodiversidad es especialmente lacerante en especies aquí emblemáticas, como el ciervo o el lobo. La sociedad civil zamorana, reunida en esta concentración alza aquí su voz para mostrar su total desacuerdo ante la pasividad de la Junta de Castilla y León, responsable de una gestión negligente en este trágico incendio.
Así, desde aquí, exigimos:
- Responsabilidades políticas, empezando por la dimisión del Consejero y del Director General de Patrimonio Natural y Política Forestal.
- Exigimos más medios, más personal y mejores condiciones laborales; el operativo antiincendios debe funcionar todo el año, desde el 1 de enero al 31 de diciembre.
- La elaboración de un plan actualizado y eficaz contra los incendios y por la prevención forestal.
- El Desarrollo del Estatuto Básico del Bombero Forestal, que mejore las condiciones de trabajo de este colectivo.
- El incremento del empleo público dedicado a la conservación y el cuidado de la naturaleza y los espacios protegidos.
- Exigimos la Declaración de Zona Catastrófica para el conjunto de los municipios afectados.
- Exigimos la restauración urgente del territorio, con la utilización de especies autóctonas a partir de semilleros de emergencia, y de viveros forestales de gestión pública cercana a las zonas silvícolas.
- Esta restauración debe incluir ayudas sociales y ambientales urgentes para la recuperación de la zona.
Esto no puede volver a pasar. La incorporación en el ámbito de la planificación y en la gestión forestal de medidas relacionadas con la reducción de los riesgos climáticos, con la integración de las proyecciones climáticas y las medidas de adaptación en las políticas y acciones de lucha contra los incendios forestales, son fundamentales.
Por ejemplo, mediante actividades como la extracción, reducción y adecuación de las masas arbóreas y arbustivas a través de trabajos de silvicultura, se puede contribuir a la disminución de la carga de combustible, la apertura de áreas de defensa contra el fuego o la práctica de tratamientos frente a plagas y enfermedades.
Tenemos que conseguir que el resto de nuestros bosques, los de Los Arribes, los de la Carballeda, los de Sayago, los de Sanabria, los de Aliste, etc., no sigan los mismos pasos.
Los aquí presentes estamos unidos hoy frente a una desgracia. Sin embargo, esta unión colectiva debería interpretarse como un escenario de trabajo conjunto para conseguir un futuro mejor para la Sierra de la Culebra y para nuestra provincia.
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