“Nunca me hubiera imaginado que dos naciones hermanas tendrían un conflicto así”, Yana Shchupka, ucraniana residente en Benavente

Fiel a su rutina el pasado 20 de febrero, Yana Shchupka, una ucrania residente en Benavente desde el 2008, enciende el televisor y no da crédito a lo que ve.  Con la emisión del discurso del presidente ruso y el posterior e inmediato sonido de las alarmas y las explosiones en las principales ciudades del vecino país del este de Europa se entera que allí había iniciado una guerra.

No ha sido fácil entrevistarla. La tristeza y la preocupación la invaden. Sus respuestas las recibimos con pausas cortas. Nos cuenta que antes iniciar nuestra conversación, su madre vio pasar un cohete por encima de ella, mientras esperaba en la parada del autobús.

Yana proviene de Krivói Rog, la misma ciudad natal del actual presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. Al igual que miles de ciudadanos ucranianos residentes en España, viven esta guerra en vilo, impotencia y con especial atención a todo lo que ocurre aproximadamemte a 3,000 kilómetros de distancia de su tierra.

 

 “Es verdad que llegas hasta un punto en que no puedes ver ni una noticia más. Solo asegurarte que tu gente está bien. Ahora solo llamo a mi familia y a mis amigos”, nos comenta Yana.

Para paliar los efectos de estas lamentables noticias, intenta blindar sus emociones intentando no ver las noticias, “procuro consumir solo noticias optimistas como la de los gestos solidarios de todo el mundo y más en concreto de España con Ucrania”.

Jana es profesora de la academia Olympus donde imparte ucraniano, ruso, español, inglés y alemán básico. Su espíritu solidario aflora en la conversación y ella nos comenta que se ofrece ayudar con lo que puede saber hacer: “En mi caso solo quiero colaborar, si hace falta la traducción o una ayuda en los trámites para la gente que lo precise en estas situaciones, pueden contar conmigo”.