La institución provincial ha destinado una partida de 150.000 euros para la redacción del proyectos
El Presidente de la Diputación de Zamora, Francisco Requejo anunciaba esta semana una partida de 150.000 euros para la redacción del proyecto de restauración del Castillo de Castrotorafe. Una noticia que presentaba como “novedosa” durante la rueda de prensa en la que dio a conocer el Presupuesto de la Diputación para el año 2022.
Con este primer paso, la Diputación de Zamora da respuesto a las peticiones presentadas por el PSOE tanto en Cortes como en la propia Institución provincial para frenar el avanzado estado de deterioro de esta fortificación que data, aproximadamente, del siglo XII y cuya propiedad pertenece a la Diputación de Zamora.
Historia
En San Cebrián de Castro se encuentran las ruinas de la antigua ciudad de Castrotorafe, actualmente un despoblado, popularmente denominadas ‘Zamora la Vieja’, emplazamiento localizado ya en el siglo XII. Era un asentamiento medieval defensivo, que surgió a orillas del río Esla.
Para algunos investigadores aquí radicó un antiguo poblado romano, la mansión Vico Aquario, citada en el itinerario de Antonino Pío. Fue a esta población de Castrotorafe a la que en 1129 Alfonso VII y su mujer, Berenguela, concedieron fuero y delimitaron su alfoz, teniendo constancia así de una puebla fortificada. De esta época debe datar la construcción de la primera muralla que rodea la villa. La importancia del lugar era evidente, como consecuencia de su situación geopolítica, pues controlaba el paso del río Esla, siendo paso entre Castilla y Galicia.
En 1176 la Orden de Santiago recibe Castrotorafe como donación real. Durante esos años Castrotorafe debió formarse como villa y su cerca englobaba una superficie de 10 Ha; pero no existen vestigios reconocibles de un castillo correspondientes a esta época. Luego la villa pasa por diversas manos.
El castillo debió mandar ser construido por el infante Don Juan antes del 1319 realizándose con un doble muro en escuadra, del que se conserva el frente sur, con tres torres, y el inicio del frente este con la puerta principal. La torre del ángulo era posiblemente la torre del homenaje y sólo se conserva una pared en la que se abre la puerta de ingreso. Poco después, la encomienda de Castrotorafe volvió a la Orden de Santiago. Castrotorafe recuperó repentinamente el protagonismo estratégico durante la guerra de Sucesión de Enrique IV, que enfrentó a los futuros Reyes Católicos con la princesa Juana y su esposo, Alfonso V, rey de Portugal.
En el S.XV empiezan las obras de refuerzo del castillo, adaptando la vieja fortaleza del XIV al empleo de la artillería. Hasta mediados del siglo XVI el castillo debió encontrarse en relativas buenas condiciones e incluso, a principios del XVII se seguían haciendo reparaciones. Pero luego fue abandonado y quedó arruinado.
Hoy en día conserva restos de los lienzos de la muralla, construidos en mampostería pizarrosa y mortero, que ocupaba una superficie de 4.709 metros cuadrados, incluyendo el castillo, la ermita y las murallas.
Lo mejor conservado es el castillo, de dos recintos con forma de trapecio irregular. El interior de éste, está prácticamente arruinado, construido con diferentes materiales y con planta similar a la exterior. De la iglesia parroquial sólo permanece en pie un muro de mampostería que sirve para indicar la situación del templo dentro del recinto amurallado.
El monumento es visitable, con acceso libre y actualmente es uno de los lugares más preciados de la provincia de Zamora tanto para los amantes de la arqueología como de la fotografía.
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