“Mi dueño es un guarro”, dirían algunos perros si pudieran hablar

Aunque es un tema recurrente en muchas calles y zonas de recreo de Benavente, incluyendo las más céntricas, vamos a centrarnos y que sirva de ejemplo en un caso particular ante las quejas recibidas de vecinos de la zona de la Vía del Canal, en la calle justo detrás de donde se encuentran los supermercados Mercadona y Alimerka.

Una vía con aceras, zona de paseo y dos zonas ajardinadas, una junto a la zona de paseo de la Vía del Canal y otra junto a la acera de los edificios. El vial es una zona de aparcamiento que se encuentra habitualmente lleno o con pocos espacios disponibles, una circunstancia que sirve para que las personas que sacan a sus perros a realizar sus necesidades se oculten tras los vehículos y dejen sus “regalos” en la zona ajardinada, sin ningún pudor, ocasionando de forma habitual y así lo hemos podido comprobar, que personas que aparcan sus coches al lado de este jardín, pisen los excrementos al entrar o salir de sus vehículos.

En nuestro recorrido visual por esta zona para comprobar los extremos de la queja vecinal hemos contabilizado hasta 127 excrementos, algunos bastante recientes,  en un tramo de jardín que mide aproximadamente 160 metros.

Las consecuencias, como hemos dicho en otras ocasiones, además de lo desagradable que puede ser pisar estos excrementos, llevarlos para el coche o para casa y tener que limpiarlo todo, también lo son en el ámbito sanitario, además pueden provocar también caídas con graves consecuencias cuando se encuentran en las aceras. Sin duda  son una lamentable imagen para la ciudad y dicen muy poco a favor de los dueños desaprensivos que no son capaces de cumplir unas mínimas normas de convivencia.

Es lamentable que la única manera de hacer entrar razón ante determinados comportamientos sea aplicando sanciones, pero somos muchos los ciudadanos que pedimos que en este asunto se aplique de forma implacable y ejemplar  la Ordenanza Cívica. 

Artículo 25 de la Ordenanza Cívica de Benavente

 Artículo 25.- Excrementos. Las personas que conducen los perros u otros animales deberán impedir que éstos depositen sus deyecciones en las aceras, paseos, jardines y en general, en la vía pública en cualquier lugar dedicado al tránsito de peatones y/o juegos infantiles. Los animales deberán evacuar dichas deyecciones en los lugares destinados al efecto y en caso de no existir lugar señalado para ello, los propietarios/as o responsables de los animales deberán recoger los excrementos que los mismos depositen en la vía pública.

En caso de que se produzca infracción de esta norma, los agentes municipales podrán requerir al propietario o a la persona que conduzca perro o animal para que proceda a retirar las deposiciones. En caso de no ser atendidas en su requerimiento, procederán a imponer sanción pertinente.