Aplausos para despedir a Melqui que deja en Benavente un gran recuerdo

Ambiente triste en la parroquia de Santiago, en el que muchas personas lloraban en el momento de esta despedida a la que asistió el obispo de la Diócesis de Zamora, Fernando Varela y también el obispo emérito de León, Julián López, además de una treintena de sacerdotes llegados de distintos puntos de la provincia. También asistieron muchos compañeros de su etapa como profesor en el IES León Felipe.

Han sido muchas las personas que han pasado por la capilla ardiente instalada en la propia parroquia desde ayer por la noche hasta la hora del sepelio para rendir un último homenaje a Melqui. Ante la previsión de gran afluencia de público y para que la celebración del funeral se celebrara con total seguridad se contó con la colaboración de los voluntarios de Protección Civil que se encargaron de cortar la circulación en la calle de la iglesía, así como del control del aforo de la iglesia, establecido en poco más de 100 personas.

En la calle quedó sin poder entrar a la iglesia al menos otro centenar de personas que esperaron hasta el final de la ceremonia para dedicar un emotivo aplauso en el momento de salir el féretro de la iglesia, portado por varios sacerdotes y otro largo aplauso en el momento de emprender la marcha el coche fúnebre.

Hace 44 años llegó como sacerdote a Benavente y desde entonces su huella ha quedado marcada y permanecerá imborrable durante mucho tiempo por la cantidad de personas que tuvieron la suerte de conocerle tanto en su faceta eclesiástica como también como persona de la calle cercana y amiga.