Antolín, jubilado del bar del Hogar del Jubilado, después de 32 años al frente del mismo

Llegó el día de la jubilación para Antolín, es el momento del merecido descanso después de una vida de trabajo, pero este año y medio de parón le deja con pena de no haber podido llegar hasta el final haciendo lo que más le gusta, sirviendo detrás y delante de la barra a muchos cientos mayores benaventanos que hicieron de este lugar un sitio de encuentro donde compartió con ellos no solo su profesionalidad en el sector de la hostelería, también su amistad y cariño, haciendo muchos amigos a lo largo de todos estos años. Una labor que ha compartido con Antonia, su esposa e inseparable compañera de trabajo que ahora también dice adios en un silencio que les hubiera gustado celebrar con sus clientes y amigos.

En su recuerdo muchos momentos pero sobre todo, el de esas tardes de baile de los domingos, el bingo de los jueves y las comidas de Navidad. Mucha felicidad compartida que muy pronto seguramente podra empezar  a disfrutar de las partidas como nuevo jubilado en este mismo lugar.

Sus hijas Sara y Estela, han querido rendirle un homenaje por su trayectoria personal y en honor al trabajo de toda una vida, deseándoles una larga y merecida jubilación.