Sonia Castaño, conductora de autobús: “Aunque hagas todos los días la misma labor, cada día es una experiencia distinta”

Hace un tiempo conducir autobuses era una profesión solo de hombres. Hoy las cosas son muy distintas. Ya las mujeres van incursionando poco a poco en este oficio. Según los datos recogidos por la Unión Internacional de Transporte por Carretera (IRU) en un informe sobre la escasez de conductores publicado en 2019 (Driver ShortageSurvey 2019), un 12% de los ciudadanos de la Unión Europea (UE), que tienen carnet para conducir autobuses son mujeres, mientras que en España esa cifra se sitúa en el 15%.

Sonia Castaño, de una tranquilidad envidiable, quien lleva más de 15 años en la compañía de Santiago Castaño Fernández, es una de esas mujeres que han roto los esquemas laborales y encuentran la pasión de su trabajo detrás de un gran volante de autobús.

¿Qué os parece si de manera imaginaria y a través de esta breve conversación nos subimos al autobús con Sonia y junto a ella disfrutamos de los paisajes, de la arquitectura de los pueblos, y conocemos quienes son algunos de sus pasajeros habituales?

Al final de este ficticio paseo lo importante será que al bajarnos de ese autobús reconozcamos que para conducir, sin importar si mujeres u hombres, lo único importante a tomar en consideración son la confianza, el respeto por las leyes de circulación, la concentración y la paciencia pero sobre todo mucha amabilidad para con los clientes.

¿Qué te motivó a elegir la profesión de conductora de autobuses?

Pues esta profesión es la que llevo viendo en mi familia durante toda mi vida. Mi abuelo conducía y mi padre y mi hermano conducen autobuses; es casi una tradición familiar. Me gusta salir todos los días, ya que aunque hagas todos los días la misma labor, cada día es una nueva experiencia, una vivencia  distinta.

 

¿Dónde te formaste?

Me saqué el carnet en Benavente, en la autoescuela Manolo. No tuve ningún tipo de problemas porque me lo saqué a la primera. Fue fácil para mí. Junto a mí también estaban otras chicas que deseaban sacar el carnet, pero querían obtenerlo para conducir ambulancias.

 

¿Cómo fue el primer día de trabajo una vez terminaste tu formación?

Con muchos nervios (suspira), porque además hacía una ruta para los pueblos de la zona de Alcubilla, pero después me fui habituando y hoy ya es una rutina.

 

¿Cuáles son las rutas que normalmente realizas?

Son normalmente escolares a Valderas, Villalpando o Benavente; también suelo hacer transporte de pasajeros a las comarcales. A mí me gustan particularmente mucho los niños. A los pequeños les tomas mucho cariño. Normalmente te cuentan sus travesuras y experiencias. Es muy divertido. Con los adolescentes ya es otra historia, son un poco más complicados, pero los trato de entender y a base de respeto y educación se les va moldeando.

¿Cuál es la parte  de tu trabajo  que te gusta más?

Obviamente conducir, además del trato con las personas.

¿Por qué crees que existe un porcentaje tan bajo de mujeres en esta profesión?

 

Si a las mujeres no les gusta este trabajo, no se van a inclinar a ello. Pero creo que si una mujer se ve motivada, y es de asumir retos, tomará “el toro por los cuernos” y se formará y lo logrará.

 ¿Qué crees que hay que hacer para que el porcentaje de mujeres crezca en este sector?

Yo creo que ahora hay más mujeres en este campo respecto al pasado. Ahora existen subvenciones para formación, lo que permite que se vaya cerrando la brecha de diversidad de género. Además, las empresas grandes como Alsa, también imparten cursos de formación. En ese aspecto creo que vamos avanzando.

¿Con que riesgos tienes que lidiar en tu día a día?

El clima con sus nieblas, las lluvias, nieve…el tráfico, y ahora la Covid-19. Desde la llegada de la pandemia todos los días tenemos que asumir todas las precauciones indicadas, como la desinfección de los autobuses y las normas de distanciamiento para evitar la propagación del virus.

 

¿Cómo es la reacción de la gente que te ve por primera vez conduciendo el autobús?

Antes más, ahora ya no. En mis inicios algunas me preguntaban: ¿Me vas a llevar tú?(Sonríe). O al final comentaban: “Bien”. Lo has hecho muy bien, ¡Estamos con las mujeres !

Yo pienso que se está erradicando esa mentalidad. A mi directamente nadie me ha expresado su sorpresa porque siendo yo mujer conduzca un autobús.

¿Qué consejo le darías a las mujeres que le gustaría trabajar en la conducción de un autobús?

Que si les gusta que lo intenten. Ahora está un poco más difícil, puesto que los exámenes son más complejos cada vez y el coste es un poco elevado. Pero deben intentar esto y todo lo que hagan en la vida. Además, soy de las personas que piensa que todos los trabajos que se van a realizar durante la vida productiva deben de disfrutarse.