La primera impresión de nuestro producto es el embalaje. Por lo que, sea cual sea nuestro producto, cómo y dónde presentarlo es de suma importancia. Porque ya se sabe aquello de que la primera impresión es la que cuenta. Y sí, así es. Y más cuando se trata de un producto donde tenemos que destacar entre una inmensa competencia.
Primero, tendremos que pensar qué necesidades tiene nuestro producto. Qué es, cómo es, dónde se va a encontrar. Incluso aunque sea venta online y el cliente ya lo haya adquirido, cómo presentemos su embalaje es muy importante para la impresión que causemos. Puede ser la diferencia entre un cliente contento que repetirá, un cliente olvidado o incluso un cliente disgustado.
Podemos acudir a especialistas en embalaje. Hay páginas web como www.embaleo.es que nos proporcionan un sinfín de posibilidades, adaptándose a nuestras necesidades de la mejor forma posible.
Además, podemos tener muy en cuenta opciones como virutas de papel, online las podemos encontrar con buenas ofertas y facilidades. Este tipo de relleno es esencialmente decorativo, pero tiene ventajas como que es un relleno 100 % ecológico y que podemos combinarlo con cualquier producto, es decir, también con alimentos, porque no es tóxico.
Estas virutas harán que cualquier cesta o paquete tenga un toque de color, un acolchado para que los productos no se dañen, una sensación de mayor cantidad de producto, además de un toque de elegancia y belleza.
¿Cómo hacer un buen embalaje para nuestros productos?
Hay muchas opciones para elegir el embalaje para nuestros productos. Sin embargo, hay algunas ideas que, si las tenemos en cuenta, pueden ahorrarnos bastante trabajo, disgustos y hasta dinero. Pero que se resumen en homogeneizar el embalaje que vamos a utilizar.
Homogeneizar el embalaje
Tamaño del embalaje
Pensemos en el tamaño que necesitamos para embalar nuestros productos. Puede que solo tengamos un producto, o varios. Incluso que, con esos varios productos, hagamos packs diferentes. Esto da como resultado muchísimas combinaciones diferentes y, por tanto, muchos embalajes diferentes. Así que necesitamos estandarizar embalajes. Es decir, elegir máximo tres tamaños de embalajes. Porque es bueno comprar al por mayor, ya que no debemos olvidar que la envoltura también define nuestra marca. No podemos cambiarla para cada pedido que recibamos.
Relleno del embalaje
Si tenemos un embalaje más grande que el producto, tenemos soluciones estéticas, decorativas y originales como las virutas de papel que ya hemos nombrado. Imaginemos una cesta de alimentos con dichas virutas en el fondo. Aportan una sensación de comodidad y estética que aporta mucho valor a nuestra marca.
Cierre
El cierre también es importante. Podemos elegir celofanes, velcros, grapas, abrazaderas, lazos y un largo etcétera. Lo más importante será tener claro cuan sellado necesitamos nuestro producto. Sea como sea, será bueno que el producto termine con un cierre decorativo. Es decir, es bueno utilizar unas grapas que nos aseguran el sellado del producto. Sin embargo, sobre esas grapas debemos asegurarnos del colofón final: un bonito cierre decorativo que dé pena abrir de cualquier forma. ¿O no nos han hecho algún regalo tan bien envuelto que nos hemos puesto nerviosos al abrirlo por no estropear el embalaje? Y porque, además, debajo de ese embalaje tan cuidado, seguro que había algo mágico.
No nos olvidemos de introducir un mensaje: nuestro eslogan o una frase memorable para que nuestros clientes nos recuerden con buena impresión.
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