Según la Sociedad Española de Cardiología los pacientes COVID-19 con (HTA)hipertensión arterial tienen un riesgo relativo dos veces mayor de fallecer que los pacientes sin esta enfermedad, además los pacientes que no estaban siendo medicados contra la tensión alta tienen un riesgo superior
La HTA es la causante de 7,5 millones de muertes al año, un 13% del total de fallecimientos a nivel mundial, según la World Health Organization, un billón y medio de personas la padece en todo el mundo. Sólo en España alrededor de 11 millones de personas son hipertensas. Una población envejecida con una esperanza de vida cada vez mayor es un factor agravante ya que la edad es uno de los factores de riesgo más importantes y los países occidentales están en un proceso de envejecimiento.
Uno de los aspectos más relevantes de la HTA es que es una enfermedad silenciosa, sin síntomas iniciales durante años. Un tercio de los hipertensos no lo saben, algo que se podría solucionar con controles médicos habituales y también de forma fácil comprando un tensiómetro para medir la tensión periódicamente. Puedes ver en Internet distintos modelos que se adaptaran a tus necesidades y presupuesto.
El hecho de que la hipertensión pueda pasar inadvertida puede hacer que se detecte primero alguna enfermedad asociada a esta enfermedad que la propia enfermedad. Una elevación de la presión arterial de forma continua o sostenida provoca que aumente la masa muscular del corazón para contrarrestar ese sobreesfuerzo, algo que es perjudicial porque no se acompaña de un aumento del riego sanguíneo.
Se consideran normales unos valores sistólicos entre 120-139 mmHg y entre 80.89 mmHg en la presión diastólica, aunque cifras inferiores también se pueden considerar normales si no van acompañadas de ningún síntoma.
La HTA provoca una acumulación de colesterol en las arterias y puede producir trombosis que a su vez pueden producir infarto de miocardio o infarto cerebral, cuya probabilidad aumenta entre cuatro y seis veces en las personas con hipertensión.ç
A partir de los 40 años es recomendable revisar la tensión al menos anualmente y a partir del momento en que se detecta la hipertensión el control debe de ser periodico, incluso diario, para lo que resulta de mucha utilidad disponer de un tensiómetro en casa.
La aparición del COVID-19 y el estudio de los pacientes ha llevado aparejado multitud de estudios sobre los factores de riesgo para evaluar posibles tratamientos en función de las distintas sintomatologías asociadas a la enfermedad y tal como indicó el Ministerio de Sanidad la hipertensión forma parte de un grupo de enfermedades que ya se ha demostrado que son más vulnerables al virus, como son la diabetes, enfermedades cardiovasculares, pulmonares crónicas, cáncer y enfermedades que llevan asociada una inmunodeficiencia.
En ocasiones se dice que es peor el remedio que la propia enfermedad y es lo que está ocurriendo con la mala utilización de las mascarillas ya que según algunos científicos hay que tener en cuenta el riesgo de las mascarillas de tela, que podrían aumentar el riesgo de padecer neumonía debido a la acumulación de hongos, bacterias y otros patógenos que aparecen en su interior al utilizarlas de forma contínua sin ser recicladas o lavadas de forma adecuada.
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