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Psicología

En los subterráneos de Tinder, la dependencia emocional

Interbenavente.es Viernes, 07 de Agosto de 2020 Tiempo de lectura:

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Nos hemos armado de valor, me he atrevido a bajar a los subterráneos psicológicos de Tinder. Y allí nos hemos encontrado con la dependencia emocional. Mi nombre es Alejandro Vera y soy psicólogo y nutricionista en Grulla psicología y nutrición.

 

Introducción

 

El 25 de Noviembre di por accidente con lo que parecía un libro. En su portada rezaba “No se quién eres”. Su título me llamo la atención y lo abrí. Fue toda una sorpresa comprobar que era un cómic, y este que describía la experiencia de una mujer durante todo un año teniendo citas por Tinder.

 

Decidí comprarlo, y me resultó muy curioso comprobar como la escritora describía las fases por las que pasaba su personaje, como si de las etapas del duelo estuviésemos hablando. Esto me sugirió una idea para un artículo, ya que al final los psicólogos estamos para eso, para analizar, comprender y ayudar en las facetas de la vida que son importantes, y Tinder, cada vez lo es más.

 

 

Descargando la app de Tinder - ¿Qué me encontraré?

 

La primera fase emocional descrita en el libro es la ilusión. Aunque cueste reconocerlo en voz alta, muchas personas abordan Tinder con una expectativa de cambio, y aunque racionalmente por lo que comentan las voces populares se digan a sí mismas que tan sólo debe ser empleado como un pasatiempo, la mente ya se encarga de idealizar y soñar con otras alternativas.

 

El primer apunte que tenemos que subrayar para extraer un sentido práctico y útil de este artículo, es que Tinder provoca frustración. La frustración es un sentimiento que tiene que ver con lo que esperamos que pase, y lo que realmente acaba ocurriendo. No encontrar lo que buscamos, encontrarlo, perderlo y tener que volver a empezar… da igual, en cualquier caso necesitaremos desarrollar una adecuada tolerancia a la frustración, y la capacidad de regular nuestras expectativas para no perecer en el intento.

 

 

La ciberdependencia en Tinder – Comienza el ensayo y error

 

La segunda fase que describe el cómic atiende a la dependencia emocional y cómo se supera la misma, y aquí sí que me voy a detener un poquito más.

 

Respecto a qué es la dependencia se ha dicho mucho, pero encontramos que sigue existiendo cierta confusión terminológica. Por un lado, tenemos la dependencia instrumental; la cual se refiere al contexto en que necesitamos de alguien o algo para hacer otra cosa que yo no sé, no quiero o no puedo. Por ejemplo, yo dependo instrumentalmente de un informático, en el punto en que de repente mi ordenador no arranca y no sé que le ocurre ni como solventar el problema.

 

Todos, sin excepción, tenemos dependencias tanto instrumentales como emocionales, forma parte de la vida. La patología acude cuando esta dependencia cobra un sentido amplio y resulta de alguna manera incapacitante o dolorosa.

 

Por el otro lado, se encuentra la dependencia emocional. Esto quiere decir, que de alguna manera colocamos en alguien o algo una parte de nosotros, ya sea nuestra valía, nuestra autoestima, nuestra seguridad

 

Ambas pueden coincidir.

 

La dependencia emocional y sus causas

 

La adicción a la autoestima

 

El enganche que se produce con la aplicación muchas veces viene motivado por una adicción a la autoestima, o la necesidad de cubrirla de una forma satisfactoria. La conquista o el éxito, unidos a la sorpresa y adrenalina que provocan las nuevas citas, son un caldo de cultivo para que personas que necesitan un chute de autoestima, ya sea por que están atravesando una situación temporal baja o por su configuración personológica, establezcan un vínculo de dependencia con la app.

 

Pero como todo, la emoción irá bajando y la única manera de volver a sentir ese “subidón”, será con nuevas citas. Este tipo de dependencia emocional coloca nuestra valía en lo que conseguimos.

 

 “Sin ti no soy nada”

 

La dependencia emocional y él tratamiento que recibe también puede portar un carácter afectivo. Es decir, esto ocurre cuando necesitamos ser queridos para tener valor. A diferencia de antes, aquí no entra en juego lo que soy capaz, sino lo que valgo intrínsecamente. Aquellas personas que han sentido de alguna manera durante su biografía que no se les ha querido lo suficiente, entienden el rechazo, el abandono y la distancia emocional como indicadores de una falta en el sí mismo/a. De ahí deducimos el “sin ti no soy nada”, y las causas por las que se cimienta dicho estilo dependiente.

 

Círculo vicioso

Ahora imaginemos que ocurre cuando personas del grupo A, constantemente dan con personas del grupo B, y viceversa. Las primeras perderán interés al poco tiempo, sin saber que les ocurre y experimentando culpa por cómo se comportan. volviendo a repetir patrones sin llegar a consolidar de verdad una sana autoestima. Hablamos de un tipo de adicción encubierta.

 

Para el grupo B, supondrá una constante retraumatización comprobar cómo les dejan o simplemente se van, reafirmando así la idea de “hay algo malo en mí que impide que me quieran”. Esta idea no se torna en muchos casos de forma racional, es un miedo escondido que se confirma tras cada separación. Es entonces cuando por asociación, se coloca en el sexo la sensación de abandono y vacío.

 

El sexo a priori debería ser un acto natural que no represente de ninguna manera el valor de las personas, pero para el grupo A será una muestra de éxito o fracaso, y para el grupo B, al haber compartido intimidad, si luego no se da esa llamada o la atención, un abandono. En este caso, la dependencia emocional cobrará vida y buscará soluciones para conseguir retener al otro, y así, no sentirse tan mal por dentro.

 

 

Pensando en cerrarla - ¿Y si me descargo otra app tipo Tinder distinta?

 

La fase 3 y 4 yo la englobaría en el mismo punto, son el aburrimiento y el rechazo. Tinder acaba produciendo un efecto de habituación; las mismas conversaciones, las mismas citas, provoca que nada sea emocionante. Pero ahí reside la ambivalencia, ya que es la forma inmediata para conocer gente y por lo tanto, una necesidad.

 

El rechazo acude como producto de lo que en psicología llamamos la indefensión aprendida, se acaba por generar una expectativa de “no cambio”, que provoca el rechazo y la perdida de ilusión por la app y las personas qué como el propio usuario, se encuentran con la necesidad de compartir “algo” junto a otras personas.

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