Historia
Benavente a vista de pájaro
Fotografía aérea de 1960 comentada por Juan Carlos de la Mata
Esta insólita instantánea de Benavente, tomada durante los primeros años
de la década de 1960, nos proporciona la posibilidad de contemplar a
vista de pájaro una perspectiva de una importante y representativa parte
del entramado urbano de la ciudad por aquellas fechas.
La imagen se centra en uno de los espacios más relevantes histórica y
arquitectónicamente de Benavente, delimitado éste en el lado izquierdo
de la imagen por la Calle de Santa Cruz (por entonces denominada del
General Mola) y el Corrillo de San Nicolás (o plaza de Núñez Granés).
El lado derecho de la fotografía lo ocupa y definen en buena parte la
Plaza del Grano, la Calle Encomienda y la Plaza Mayor, mientras una
densa trama de calles, plazas y plazuelas, de la que se aprecian
mayormente los tejados de un denso y abigarrado caserío, configuran
prácticamente el resto de la imagen. Tan sólo al fondo se divisan
espacios más abiertos, que corresponden al ensanche de la ciudad hacia
nuevas barriadas de viviendas, mientras en el horizonte se divisan los
campos y tierras de labor que la circundan, próximas a la vaguada y
camino llamado de la Rosaleda.
![[Img #9814]](upload/img/periodico/img_9814.jpg)
La luz intensa del estío define unas formas tersas en las primeras horas
de la tarde. Plazas y calles se muestran con un aspecto desolado y
solitario. La ausencia de vehículos, pues tan sólo unos pocos se
localizan en la Plaza del Grano y en la Plaza Mayor, nos brinda la
oportunidad de contemplar un Benavente con gran amplitud de espacios,
sin que nada estorbe o distraiga en la contemplación de sus arterias
urbanas.
La ciudad parece sestear, mientras tan sólo algunas personas se
aventuran a realizar la travesía bajo el rigor de un sol que se
manifiesta implacable. Los edificios de la calle Encomienda proyectan su
sombra sobre el pavimento, advirtiéndose tan sólo la silueta de una
mujer que desciende caminando a la altura de un vehículo aparcado junto
al edificio que hace esquina, conocido éste como Casa de Santiago
Barrios.
La plaza del Grano o de los Bueyes (oficialmente designada entonces como
de Gonzalo Silvela) se nos muestra definida por la barbacana y las
sempiternas escalinatas de piedra, conformadas ambas por los sillares
procedentes del desamortizado Convento de San Francisco. Aparece la
plaza empedrada de morrillo, formando una sucesión de bandas que
descienden plaza abajo y flanqueada ésta por una sucesión de casonas,
entre las que sobresale la conocida como “Casa del Cervato”. Si nos
fijamos atentamente en varias de ellas se distinguen algunas personas
resguardadas a la sombra y frescor que ofrecen los portales en las
horas de la canícula estival.
En primera línea el edifico del Ayuntamiento, del que se aprecia la
esfera del reloj que miraba hacia la plaza del Grano, y el edifico del
antiguo Café del Conde (en cuyas dependencias se encontraba la O.J.E. y
las oficinas de Teléfonos). Detrás en un segundo plano la Plaza Mayor se
define como un espacio porticado, gracias a sus antañones soportales.
En su parte central se distingue perfectamente el trazado del jardín que
ocupaba su parte central, presidido por el pedestal con el busto de
Francisco de Castro Pascual (Hijo Predilecto de la ciudad). El óvalo
central ajardinado que se aprecia perfectamente dibujado desde la visión
que proporcionan las alturas se nos muestra con una caprichosa
geometría de plantas de boj. Cual oasis, una palmera parece querer
proporcional algo de sombra y decorado exótico a la recia plaza
castellana. Algún caminante cruza el ágora bajo el sol cenital.
En el lado inferior izquierdo el Corrillo de San Nicolás, del que se
distingue el frente de sus característicos soportales, pudiéndose
observar también las escalinatas de los urinarios públicos que existían
en la plaza. Ello al tiempo que un pequeño grupo de viandantes parecen
departir resguardados a la sombra que proyecta uno de los edificios
situados en las esquinas que dan a la Rúa (concretamente el edificio de
Cándido Allén o “de Las Candiditas”). Del Pasaje Conde Patilla
(denominado por entonces así, aunque su nombre original es “Pasaje o
Calle de las Guindas”) se aprecian las zonas superiores de algunas de
sus edificaciones, como la “Casa del Capricho”, mientras la Calle Cortes
Leonesas (antiguamente de La Manteca) se distingue nítidamente en su
totalidad su trazado y pavimento hasta su desembocadura en la Calle
Herreros, frente al mirador del antiguo Salón de Baile Jalisco (y que
pocos años después de esta instantánea albergaría el comercio textil “
Toricoll”).
El ángulo derecho de la fotografía está ocupado por plazuela de la Calle
Encomienda y las Escuelas del mismo nombre, definidas éstas por su
amplia nave y sucesión de ventanales de sus aulas. El templo de San Juan
del Mercado preside este espacio urbano con su bella portada de la
Epifanía o de la adoración de los Reyes, situada al mediodía y cobijada
sobre un gran arco apuntado, además de su torre y absidal cabecera
románica. También se distingue parte del desaparecido Hospital
Provincial o de San Juan y concretamente alguna de las galerías situadas
en su patio central.
En conjunto se nos descubre un Benavente armónico en el que no existen
grandes alturas discordantes. La Calle Herreros discurre en perfil
horizontal, recorriendo toda la fotografía de lado a lado. De ella se
distinguen particularmente algunas construcciones, como el edificio de
los “Almacenes Anta” (por entonces en construcción), el Mercado Abastos,
la “Casa del Tinte”, entre otros muchos.
En un segundo plano se nos dibujan una masa casi informe de edificios y
tejados abigarrados, que apenas permiten vislumbrar algunas calles
trasversales como la Calle Matadero, Calle Lagares, y la Plazuela del
Sepulcro. En esta densa maraña se confunden tejados y límites de
casonas, viviendas, cobertizos y dependencias.
En el ángulo superior izquierdo de la fotografía se distingue el
descampado de la Plaza del Toril (con sus cuestos y con la antigua
caseta de la fuerza eléctrica) y el solar que hoy ocupa el Parque de
bomberos y el nuevo Toril.
En el centro superior de la imagen es de observar el estado de la
prolongación de la Calle Lagares con las llamadas Eras de San Antón , a
través de lo que por entonces se conocía popularmente como “Calle
nueva”, y que se abre para comunicar el casco antiguo con el entonces
nuevo Cuartel de la Guardia Civil, las Escuelas de las Eras y la
barriada formada por los pabellones de los grupos de viviendas de la
Organización Sindical en las Eras de San Antón (Grupos José Antonio,
Virgen de la Vega, etc.). En el ángulo superior izquierda se distinguen
vagamente las casas del conocido como Chalet de Llordén y las casas
bajas de la calle Valdería y aledaños.
En resumen en la fotografía nos muestra una perspectiva aérea de un
Benavente en buena parte ya desaparecido, cuando aún a comienzos de la
década de 1960 la ciudad conservaba gran parte de sus antiguas
edificaciones y las alturas de las mismas se limitaban en su mayor parte
a unas pocas plantas. Sobresalían de la abigarrada masa de casas tan
solo algunas construcciones, como eran principalmente los edificios
públicos y las torres de los templos. Únicamente se apreciaban algunos
síntomas o aires de cambio y modernidad en alguna puntual construcción,
cuando todavía no habían llegado aún los efectos del desarrollismo de
finales de la década de los sesenta, y que tanto van alterar el
urbanismo local. Apenas en el horizonte se dejan notar algunas modernas
edificaciones, fruto del ensanche de la ciudad y del urbanismo social
que corresponde a la moderna barriada de las Eras de San Antón, y que
por aquellas fechas se acababa de construir en esa zona de Benavente.
Hablamos pues de un Benavente que participaba en buena parte todavía de
la tónica y el aspecto semiurbano de las décadas precedentes y en el que
todavía apenas de observaban cambios en cuanto a su fisonomía. El plan
nacional para la estabilización económica llevado a cabo en 1959 estaba
aún reciente, y la iniciativa particular en cuanto a la construcción era
más bien escasa. Tan sólo la obra pública, a través sobre todo del
Ministerio de la Vivienda (Obra Sindical del Hogar), y que tenía su
proyección en Benavente sobre todo mediante la construcción de los
primeros grupos de viviendas sociales que se realizan en la ciudad. Un
momento pues crucial y de gran interés para poder estudiar y observan la
evolución urbana de la ciudad a camino todavía entre el pasado y la
modernidad.
Comentario: Juan Carlos de la Mata Guerra
Copia realizada por Foto Juanjo - fotojuanjo@fotojuanjo.com
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