La fiesta del Toro Enmaromado no obtiene el Premio Tauromaquia de Castilla y León

La concejalía de Fiestas del Ayuntamiento de Benavente presentaba un año más la candidatura para que las Fiestas del Toro Enmaromado consiguiera el reconocimiento del Premio Tauromaquia otorgado por la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León.

En el dossier enviado a la Junta, además de justificar su tradición haciendo un repaso a los más de 500 años de historia, se incorporaba documentación del blindaje y respaldo de la fiesta haciendo referencia a las Bases reguladoras del festejo y recientemente de una Ordenanza o normativa específica para la carrera del Toro Enmaromado. Asimismo, ha llevado a cabo sustanciales mejoras organizativas para el desarrollo de la carrera, así como para el conjunto de festejos taurinos que se organizan en la localidad, tales como el doble vallado en varias partes del recorrido del Toro Enmaromado y en todo el itinerario de los encierros, y las mejores realizadas en el Toril en el año 2017.

Actualmente tanto el Toro Enmaromado como los toritos del Alba cuentan con la Declaración de Bien de Interés Turístico Regional. Desde la concejalía trabajan para que esa declaración se extienda a categoría nacional.

En esta quinta edición el premio ha recaído en la Escuela de Tauromaquia de la Diputación de Salamanca. Para la concesión de este galardón, el jurado ha valorado la contribución realizada por esta Escuela, que se creó en 1985, a la promoción de la fiesta de los toros y al fomento de la afición taurina mediante la búsqueda de nuevos valores que velen por la continuidad de esta tradición. Con este premio, el jurado quiere reconocer de forma singular la labor de difusión entre los jóvenes de los valores culturales e históricos de la Tauromaquia de Castilla y León realizada por la Escuela, ya que a lo largo de sus  más de 30 años de actividad ininterrumpida, ha formado a cientos de jóvenes no sólo como profesionales taurinos, de hecho entre sus alumnos se cuentan importantes figuras del toreo, sino, sobre todo, ha proporcionado a los jóvenes una formación en valores que son representativos de la Tauromaquia,  como son el respeto a la tradición, el compromiso y el sacrificio.

El Premio Tauromaquia de Castilla y León fue creado por la Consejería de Cultura y Turismo en el año 2015 para distinguir la trayectoria profesional, los méritos, actividades o iniciativas de personas, entidades o instituciones que hayan contribuido a la promoción de la Tauromaquia en Castilla y León, colaborando así con la difusión de sus valores históricos y culturales. Este premio tiene periodicidad anual, y en las anteriores ediciones los galardonados han sido Santiago Martín Sánchez ‘El Viti’,  a título póstumo el torero Víctor Barrio, el ganadero Juan Ignacio Pérez-Tabernero, y en la última edición el premio correspondió a los Encierros de Cuéllar.

El jurado de este año, nombrado por el Consejero de Cultura y Turismo, Javier Ortega Álvarez, ha estado presidido por el maestro salmantino Santiago Martín ‘El Viti’, y han formado parte del mismo como miembros con voz y voto: Carlos Fraile de Benito, alcalde de Cuéllar, cuyos encierros fueron premiados en 2018; Manuel Gutiérrez Villar, presidente de la Plaza de Toros de León; Julio Pérez-Tabernero Población, ganadero y vicepresidente de la Unión de Criadores de Toros de Lidia; Juan Diego Vicente Hernández, miembro de la directiva y representante en Castilla y León de la Unión de Toreros; Emilia Riesco Vázquez, directora del Departamento de Sociología y Comunicación de la Universidad de Salamanca; María del Mar Gutiérrez López, secretaria general de la Asociación Nacional de Organizadores de Espectáculos Taurinos de España; Santos García Catalán, crítico taurino; Antonio María Mateo Gutiérrez, académico de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Valladolid y vicepresidente de la Sociedad Española de Cirugía Taurina; y Victorio Lobo Carnero, presidente del Colegio de Veterinarios de Zamora.

Este premio no comporta dotación económica y consiste en una escultura conmemorativa, realizada por el reconocido escultor castellano y leonés Venancio Blanco, que se entrega al premiado en un acto institucional, a través del cual se pone en valor la naturaleza de la Tauromaquia como patrimonio cultural inmaterial, y como actividad con relevancia medioambiental, patrimonial y económica en el territorio de la Comunidad de Castilla y León.