El profesor Pablo García Castillo abrió el camino a la filosofía a los alumnos de la UNEX de Benavente

En esta ocasión el profesor Pablo García Castillo, Profesor Titular del Departamento de Filosofía, Lógica y Estética de la Universidad de Salamanca, recientemente jubilado, y especialista en la filosofía griega, el humanismo renacentista y la hermenéutica contemporánea,  planteó a los estudiantes benaventanos una interesante “Invitación a la Filosofía”.

Desde su comienzo la filosofía nació del asombro de los hombres ante las cosas que nacen y mueren. Fue siempre curiosidad de amor al saber sobre lo que importa al hombre para llevar una vida feliz. Desde el descubrimiento de Tales hasta la definición de Pitágoras, la filosofía es entendida como contemplación improductiva de la armonía del cosmos con el fin de introducirla en el alma para hacer armoniosa la vida humana.

La filosofía es, por tanto, una palabra que cura al hombre de la herida del tiempo. El tiempo nos da la vida y el tiempo nos la quita, como relataba del mito de Cronos decorando a sus hijos. Pero, primero, Empédocles, el poeta filósofo, y luego, Sócrates, convirtieron la palabra del filósofo en una palabra curativa, en un fármaco capaz de curar la ignorancia, los prejuicios y la falsa sabiduría, con el fin de sembrar en el jardín del alma bellos y hermosos discursos que hagan al interlocutor del diálogo aprender a pensar por sí mismo y dar a luz la verdad concebida en la mente, el concepto, mediante la palabra.

Pero, la filosofía no es una actividad para iniciados, sino que es una tarea necesaria y al alcance de todos los seres humanos, pues, como señala Epicuro, nadie, ni joven ni viejo, ha de dejar de filosofar, de preguntarse constantemente por el sentido de la vida, ya que si alguien dice que aún es pronto o que ya es tarde para filosofar es como si dijera que aún no ha llegado o que ya pasó el tiempo de la felicidad.

Así que la filosofía no sólo es deseo natural de saber, sino sobre todo deseo de llevar una vida humana reflexiva y digna, pues una vida sin reflexión no es digna de ser vivida por el hombre. Por ello, sigue siendo necesaria una invitación a filosofar.

Fotos:UNEX Benavente