Debemos de ser conscientes de cómo nos ven nuestros clientes y sobre todo nuestros potenciales clientes, elaborando una estrategia de imagen acorde con el carácter de nuestra empresa
Elaborar una estrategia de comunicación de la empresa debe de ser el primer paso. Para ello hay que contar con profesionales suficientemente cualificados, bien sean miembros del equipo de la propia empresa o de una empresa especializada.
Para elaborar esa estrategia de imagen, comunicación y publicidad, es preciso conocer muy a fondo las características de la empresa, tipo de productos que comercializa, ámbito territorial y como punto muy importante el target de público objetivo, porque es un factor determinante a la hora de dirigir nuestra inversión en imagen.
La segmentación de nuestro público objetivo es una complicada tarea, pero, sin lugar a dudas, todo el esfuerzo que dediquemos en investigar este factor producirá un retorno positivo en la conversión de nuestra inversión en ventas.
En la actualidad, las analíticas de nuestra página web y las redes sociales de empresa nos pueden ayudar bastante en la tarea de segmentación, ya que facilitan mucho la labor y nos pueden facilitar mucha información del tipo de público que nos visita, incluso su sexo, ubicación, intereses, etc.. Un target bien elaborado nos aportará un ahorro de tiempo y de inversión y además nos permitirá desarrollar productos específicos basados en los intereses del segmento.
La imagen corporativa
Nuestro producto o empresa deberá competir en un mercado cada vez más amplio y que además evoluciona con mucha rapidez, lo que nos obliga a generar una imagen persuasiva y que perdure lo más posible en el tiempo. No se trata únicamente de hacer un logo bonito y representativo, es conseguir una percepción global de nuestra corporación, incorporando una filosofía de trabajo que nos permita diferenciarnos de nuestros competidores.
Por tanto, debemos de ponernos en manos inicialmente con un experto en publicidad, el diseño gráfico para elaborar logo, tarjetas, sobres, carteles, etc.. será un trabajo posterior, una vez definidas las líneas de trabajo y marcada la coherencia entre todos los departamentos de la empresa, porque es una labor que afecta a todos los ámbitos de la estructura
Una vez definida la línea de trabajo, es cuando empieza el trabajo del diseñador gráfico que tendrá que transformar en elementos visuales todas las ideas establecidas, no se trata de elegir un color sino de que el color elegido logre trasmitir el espíritu de empresa que hemos creado previamente.
Los artículos promocionales
Para conseguir la fidelización del cliente o llegar a conseguir que una persona recuerde tu empresa o muestre interés por tus productos, se utilizan reclamos publicitarios de merchandising. Una táctica de marketing muy efectiva, pero con la que también tenemos que tener mucha precaución, ya que en ocasiones se eligen artículos poco representativos o de escasa utilidad que finalmente no consiguen el cometido para el que fueron creados, o producen el efecto contrario.
La estrategia para invertir en merchandising tiene que ser muy estudiada, nuestro logo aparecerá allí y en todo momento será la imagen de nuestra empresa. Si regalamos un bolígrafo que nos han ofrecido muy barato por hacer una tirada muy grande y este bolígrafo falla al escribir en un porcentaje muy alto de las unidades, será percibido como un mal detalle y por tanto de forma inconsciente el cliente puede asociar nuestros productos con ese desinterés por ofrecer un buen producto promocional.