Cuidando tu cuerpo
¡¡¡MAMÁ!!!, ¡¡¡ESE ASPIRADOR!!!
Nada más apropiado para comenzar el año que explicar el porqué de mi insistencia en que no consumáis alcohol, al menos el mismo día en que habéis recibido un masaje
No
se conocen bien todas las interacciones del alcohol y su metabolismo en
todos los posibles escenarios fisiológicos corporales pero sí se ha
estudiado su papel en la alteración de algunos procesos fisiológicos en
un individuo adulto sano. Un dato a tener en cuenta es la tasa de
asimilación del alcohol que posee nuestro cuerpo, 10 ml por hora. Esta
tasa no varía en función de la cantidad de comida o alcohol ingeridos,
pero sí lo hace, aunque muy sensiblemente, en función del peso del
individuo. Como observaréis, nuestro cuerpo descompone el alcohol muy
lentamente y dado que se absorbe el 90% del alcohol que se consume (el
resto se excreta por diversas vías sin procesarlo) el peligro de sufrir
embriaguez está a la vuelta de la primera copa. A continuación
enumeraré, rápida e indoloramente, las principales consecuencias de
tomar alcohol, comenzando por las más directas:- Si
se consume con el estómago vacío, es fácil producir una irritación de
la pared de éste. Si bien es cierto que en bajas cantidades ejerce como
digestivo, su capacidad para aumentar la acidez en el estómago lo
convierte en una causa de gastritis bastante habitual, ya que no se
conoce el límite en que deja de ser bueno y pasa a ser una pesadilla.
- Obstaculiza
la asimilación y absorción de algunas vitaminas esenciales para el
funcionamiento de nuestro cuerpo. Entre ellas la B1 y la B6.
- Puede
producir una hipoglucemia (descenso del nivel de glucosa en sangre)
debido al funcionamiento “particular” del hígado. La transformación del
alcohol absorbido se realiza íntegramente en el hígado dando como
resultado acetaldehído, una sustancia tóxica para el cuerpo. La
descomposición del alcohol y la toxicidad del acetaldehído acaparan e
interfieren en otras funciones del hígado muy importantes para el
mantenimiento del nivel de glucosa en sangre (glucogenólisis y
gluconeogénesis).
- Provoca
deshidratación por la inhibición de la hormona vasopresina u hormona
antidiurética, encargada de mantener el equilibrio hídrico de nuestro
cuerpo a través de la cantidad de agua expulsada en la orina. El dolor
de cabeza y la sequedad de boca del día siguiente están íntimamente
relacionados con este proceso. El “secaño” por razones obvias y el dolor
de cabeza por cambios hídricos en las meninges (membranas que recubren
nuestro cerebro y médula espinal).
Aunque
estas cuatro perlas deberían ser argumento suficiente para pensarlo
bien antes de tomar un par de vinos tras un masaje, me he reservado las
mejores para el final:
- Existe
un incremento de la expulsión de nitrógeno en la orina y, ya que sólo
obtenemos nitrógeno a través de las proteínas que ingerimos y del
catabolismo (descomposición) de nuestras proteínas estructurales (las
que forman las vísceras, los músculos, etc.), para hacer frente a
nuestras necesidades de este elemento descomponemos las proteínas de
nuestros músculos y vísceras, puesto que, mientras exista alcohol y
acetaldehído en el cuerpo, la asimilación de proteínas ingeridas está
condicionada por la interferencia de estas sustancias en la desaminación
proteica (vaya tela). Resumiendo, el alcohol en sangre es malo para la
regeneración y reparación muscular.
- Como
indiqué anteriormente, el consumo de alcohol reduce la absorción de
vitaminas B1 y B6. Éstas son muy importantes para la obtención de
energía por los músculos esqueléticos y para la transmisión de la señal
nerviosa.
Las miopatías y las neuropatías relacionadas con el consumo habitual de alcohol están unidas directamente a estos sucesos.
Es
obvio que un par de cañas o de vinos (¿o de copas?) de vez en cuando no
van a producir grandes desperfectos en nuestra maquinaria pero sí que
es cierto que los efectos del alcohol en nuestro cuerpo pueden tener
tremendas consecuencias si no funciona todo correctamente. El equilibrio
interno que mantiene nuestra salud es tan delicado que hasta lo que
parece inocuo puede dar con nuestros huesos en una cama (de
hospital!!!).
En
lo que a mí concierne, me conformo con que no toméis bebidas
espirituosas el mismo día en que venís a disfrutar de mis atenciones.



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