La Banda Maestro Lupi consiguió llenar el Teatro Reina Sofía y sorprender al público una vez más

Ayer por la tarde el Teatro Reina Sofía se llenaba por completo gracias al concierto de Santa Cecilia de la Banda Maestro Lupi. Un concierto lleno de sorpresas y con un repertorio atrevido y nada fácil que ejecutaron con la soltura y la delicadeza a la que nos tienen acostumbrados.

La primera parte comenzó con la obra “Dakota” de Jacob de Haan, como muestra de lo que podremos escuchar en marzo con el monográfico que nos tienen preparado de este compositor. La segunda obra “The Legend of Maracaibo” de Jose Alberto Pina nos recordó a las películas de Piratas del Caribe con sus sonidos tan frescos.

La obra central ya venía con sorpresa anunciada. “Barbarroja”, del compositor toresano David Rivas, con José Miguel Franqueiro a la tuba solista y Pablo Amoon al piano. Una obra con un papel de tuba como una dificultad no apta para todos los tubas y donde Franqueiro demostró de lo que es capaz con este instrumento de viento. Al finalizarla, y tras varios minutos de aplausos del público, la banda les hizo entrega a José Miguel y a Pablo de un ramo de flores a cada uno.

Continuó el concierto con “Arcana” de Kevin Houben para dar paso a la obra final “Danza Sinfónica” de James Barnes. Un final de concierto muy llamativo que dejó como siempre al público con ganas de más.

Antes de la tradicional obra de regalo, el director, José López Cid, se dirigió al público para hablar de la dificultad que supone a todos montar un solo minuto de concierto, y que no sólo es difícil montar una obra, sino coordinar a toda una banda y sacarla adelante, y que eso también es gracias a la junta directiva. En ese momento mandó salir al frente al expresidente de la misma, Pedro Hernández, para darle un homenaje por sus 12 años como presidente de la Banda Maestro Lupi. El actual presidente le hizo entrega de un ramo de flores y un cuadro con una foto de Pedro y la Banda.

Y como colofón final, interpretaron un pequeño repertorio de la Banda Sonora de la Película Avatar, que hizo levantar nuevamente al público asistente.